Fondos para los rebeldes libios
Los aliados acuerdan en Roma la creación de un mecanismo de ayuda financiera y la apertura de un proceso político en el país norteafricano
BRUSELAS.Actualizado:El grupo de 22 países que respaldan la intervención militar en Libia reforzó ayer su apoyo al Gobierno rebelde con la aprobación de un fondo de ayuda financiera. La mayoría de los ministros de Exteriores asistentes a la cumbre celebrada en Roma no concretaron su aportación económica, pero EE UU dio un importante paso al frente. Hillary Clinton anunció que ya han empezado a buscar la fórmula legal necesaria para descongelar los 20.000 millones de euros del régimen de Muamar Gadafi bloqueados en territorio norteamericano.
La veintena de gobiernos que acudieron a Roma conforman el llamado Grupo de Contacto que supervisa la evolución del conflicto en Libia. Esta alianza, que esencialmente aglutina a EE UU, las potencias europeas y la Liga Árabe, busca complementar la misión militar que desarrolla la OTAN con decisiones políticas. Tras las cumbres celebradas en Londres y Doha, ayer tocaba analizar en la capital italiana las vías más efectivas para respaldar económicamente a los rebeldes. Los socios optaron por la puesta en marcha de un fondo temporal de asistencia financiera que garantice las necesidades básicas de los opositores.
El nuevo mecanismo, que estará controlado por el comité de sanciones de la ONU, aspira a convertirse en un «canal transparente» para que los aliados puedan hacer sus contribuciones. En principio, podría estar listo en cuestión de semanas, aunque la mayoría de los países anunciaron que necesitan tiempo para acordar el montante de sus donaciones y la procedencia del dinero. Únicamente Catar y Kuwait hicieron públicos sus compromisos. Doha, uno de los pocos gobiernos árabes que se ha unido a la misión militar de la OTAN, aportará hasta 340 millones de euros, mientras que el segundo emirato petrolífero colaborará con 120 millones.
Modificar la legislación
El gesto más importante de la cumbre lo protagonizó EE UU. Aunque en el plano militar ha preferido adoptar un papel secundario, Washington parece decidido a implicarse más en el respaldo civil a los rebeldes. Clinton desveló que ya han llegado a un acuerdo con el Congreso para modificar la legislación y poder movilizar los fondos congelados al régimen de Gadafi. En total, el Gobierno Obama ha bloqueado 20.000 millones de euros que podrían llegar a manos de los opositores.
Francia y Reino Unido, el tándem más involucrado en la intervención militar, no aclararon cuánto dinero planean destinar al nuevo fondo. En cualquier caso, el ministro de Exteriores galo, Alain Juppé, abogó por utilizar los activos congelados por todo el mundo para respaldar a los opositores. Nicolas Sarkozy anunció esta semana que pretende organizar una cumbre de «amigos de Libia», que incluiría a potencias como Rusia que no forman parte de la actual alianza, para debatir sobre el futuro del país. Londres insistió ayer en la necesidad de «incrementar» los bombardeos para intentar debilitar más al dictador norteafricano.
El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, explicó al final de la cumbre que el Grupo de Contacto también había acordado impulsar una asamblea de reconstrucción en Libia. Según precisó, debería pavimentar el camino para poder «iniciar un proceso constitucional» que conduzca a elecciones parlamentarias y presidenciales en el país. Este escenario se alcanzaría a través de un «diálogo nacional integrador». Los aliados se conjuraron para intentar lograr un alto el fuego lo antes posible que posibilite la apertura de una negociación política entre todos los sectores.
El Consejo Nacional de Transición, denominación oficial del Ejecutivo con sede en Bengasi, confesó su «gran satisfacción» por los resultados de la cumbre. En los últimos días, los rebeldes habían insistido en que necesitaban dinero de forma urgente para poder auxiliar a la población del este. En el plano político, los opositores anunciaron que están preparados para organizar a la mayor brevedad elecciones municipales en la zona bajo su control. También recordaron que los libios decidirán su nuevo sistema político sin excluir de antemano el regreso a la monarquía.