La negociación colectiva se retrasa hasta después del 22-M

La negociación colectiva no se firmará hasta después de las elecciones municipales y autonómicas. Los máximos responsables de los sindicatos y la patronal se volverán a reunir antes del final de la próxima semana, rematarán los temas pendientes y cerrarán un principio de acuerdo. Pero para la foto de la rúbrica habrá que esperar más tiempo, según deducen fuentes conocedoras de la negociación tras analizar los respectivos calendarios de reuniones de los agentes sociales.

Los máximos órganos de decisión de UGT y CC OO están convocados para el 11 y 12 de mayo. La junta directiva de la patronal CEOE se ha aplazado una semana sobre la fecha prevista y ya no se reunirá hasta el día 25. Los agentes sociales no quieren interferir en las elecciones y han retrasado la firma del pacto hasta después del 22 de mayo. Incumplen así los deseos del Gobierno.

El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, solicitó el pasado miércoles que el acuerdo se hiciese efectivo antes de las elecciones para que no se «mezclase» con la campaña. Las fuentes consultadas subrayan, no obstante, que el Ejecutivo está al tanto de todos los asuntos que se debaten en la mesa.

En el encuentro de ayer entre el presidente de la patronal, Joan Rosell; el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y el líder de UGT, Cándido Méndez, se eliminó uno de los principales escollos que ha entorpecido toda la negociación. Las dos partes pactaron una «fórmula de desbloqueo» sobre la llamada ultraactividad (la prórroga automática de los convenios caducados).

Los agentes sociales han acordado una salida que combina el tiempo de vencimiento, la negociación y el arbitraje. La propuesta inicial de la patronal suponía dejar un plazo de seis meses para conversar y luego recurrir al arbitraje. Fuentes sindicales no quisieron cifrar los tiempos, pero confirmaron que finalmente han aceptado este planteamiento, si bien el plazo podría variar.

Ayer también se produjeron avances significativos sobre la estructura empresarial, el absentismo laboral y las mutuas. Las principales diferencias persisten en el campo de la flexibilidad interna de las empresas. Las centrales y la patronal todavía no han conseguido cerrar una fórmula.