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Guardiola y Ferguson levantan las Copas de Europa ganadas en 2009 y 2008, respectivamente. :: C. SIMON / A. DENNIS / AFP
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Sir Alex contra Pep, segundo asalto

Tras 25 temporadas al frente del United, el técnico escocés ha recomendado que el catalán sea su sustituto al frente del equipo El veterano entrenador del Manchester aspira a vengar la derrota de Roma frente al blaugrana

P. RÍOS
BARCELONA.Actualizado:

Uno de los sueños confesados por numerosos barcelonistas influyentes en el día a día del club es que Pep Guardiola se convierta en el Alex Ferguson del club azulgrana. No es una idea nueva. El primero en decirlo en voz alta fue Sandro Rosell en diciembre de 2008, cuando ya trabajaba en la sombra para dar el salto a la presidencia del club. Tuvo mérito hablar así en aquel momento en el que el entrenador de Santpedor todavía no había conquistado ningún título. Su proposición fue tan cautivadora que los directivos de Joan Laporta la adoptaron como propia, en especial el entonces vicepresidente Ferran Soriano. En el verano de 2010, ya instalado en el trono culé, Rosell repitió un mensaje que sigue vigente y que ilusiona a la familia barcelonista.

Al único que no le seduce el plan es al interesado. Pep Guardiola se mantiene en sus trece de renovar año a año, según vea cómo funciona todo a su alrededor, si la química sigue siendo buena tanto con los que mandan como con los que juegan. De momento, está comprometido hasta junio de 2012 y gracias. Ya fue bastante claro cuando le preguntaron hace tiempo por esa posibilidad de convertirse en un Ferguson culé. «Dudo que Sir Alex hubiera durado 22 años en el Barça», sentenció con la lógica de quien ha conocido los vaivenes del club azulgrana como aficionado, jugador y entrenador. Desde aquella frase ya ha llovido. Ferguson, cómodo en la estabilidad del Manchester United, ya cumple 25 temporadas en Old Trafford.

Son dos mundos distintos que vuelven a cruzarse. 30 años separan a los dos entrenadores que se enfrentarán el 28 de mayo en Wembley en busca de la Liga de Campeones. 70 tiene el escocés por 40 del catalán, que en 2009 era una especie de aprendiz que se atrevió a ganar 2-0 al maestro en la final de Roma. Han pasado 24 meses de aquello y dicen que Ferguson no olvida, para lo bueno y para lo malo. Quedó prendado de la forma de entrenar de Guardiola, a quien recomendó de inmediato a su directiva como su sucesor el día que se jubile o le jubilen. Pero que sea veterano no significa que esté anclado en el pasado. Lleva meses estudiando el sistema táctico de un Barça que no le dio opción hace dos años. Quiere venganza.

Rooney, casi de lateral

Aunque su estilo no se parece en nada al ultradefensivo de José Mourinho, no se descarta que sea mucho más conservador que en Roma, donde quizás tuteó demasiado a un Barça al que se creía superior. Ya hace tres temporadas, en las semifinales de la Liga de Campeones 2007-08, eliminó al equipo azulgrana, todavía dirigido por Frank Rijkaard, especulando de forma descarada en la ida en el Camp Nou (0-0) y sentenciando en la vuelta con un golazo de Scholes. Del encuentro de ida se recuerda a un delantero de la calidad de Rooney colocado prácticamente de interior diestro, casi de lateral. Fue poco estético, pero le dio resultado. Quizás por ahí vayan los tiros. Guardiola, en cambio, sabe que su hándicap es que su fútbol no va a sorprender: van a querer el balón, lo van a mimar y tocar desde la portería propia hasta la contraria. Una apuesta tan poco secreta también es una forma de intimidar.

Y eso que, en sus tiempos de jugador, Ferguson era más ofensivo que Guardiola. Sir Alex jugaba de delantero, mientras que Pep era un organizador con muy poco gol. Pero ellos ya no se visten de corto: ahora dependen de la puntería de Messi, Villa, Rooney o 'Chicharito' Hernández, entre otros. Como dice Sir Alex Ferguson, «será un partido excepcional».