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Felipe Reyes. :: AFP
Deportes/Baloncesto

Barcelona alimenta el sueño del Madrid

La motivación extra de jugar en el terreno del rival azulgrana supondrá un aliciente más ante Maccabi, Panathinaikos y Siena Los blancos regresan a la élite tres lustros después para pelear en la 'Final Four'

AMADOR GÓMEZ
BARCELONA.Actualizado:

¿Y el Madrid. qué? ¿Otra vez campeón de Europa. no? El famoso anuncio que hacía alusión al fútbol se puede aplicar ahora al baloncesto, porque hace 16 años que el Real Madrid no conquista una Copa de Europa, desde 1995, con Sabonis y Arlauckas, en Zaragoza. Exactamente han pasado tres lustros desde que participó en su última 'Final Four', en 1996, en París. Una eternidad para el equipo más laureado, que esta temporada, con su regreso a la élite continental, ha cumplido el objetivo que se marcó pero ya no puede conformarse. ¿Campeón en Barcelona? ¿En territorio enemigo? Difícil, pero no imposible. Allí ganó, entre otros títulos, la Liga de 2000 al equipo azulgrana, aunque también perdió hace 42 años una final del gran torneo europeo que tenía ganada, tras dos prórrogas, en un ambiente muy hostil. Posiblemente el mismo que se encontrará a partir de hoy en el Sant Jordi, en su semifinal contra el Maccabi.

Barcelona complica el asalto de los blancos a la Euroliga, pero también alimenta el sueño del Madrid. ¡Qué mejor escenario para que los blancos se reencuentren con la gloria! Una motivación extra. «Como madridista, ganar la Euroliga en Barcelona sería lo máximo», reconoció ayer el capitán, Felipe Reyes. Después de tanta guerra futbolística entre Barça y Real Madrid, el destino incluso pudiera hacer coincidir el domingo el alirón liguero de los catalanes con la 'novena' para el 'basket' blanco. El no va más. La sorpresa es que sobre la pista no estará el equipo azulgrana, y sin el vigente campeón y anfitrión de la final a cuatro, la lucha por la corona se presenta como la más abierta de los últimos tiempos. Sin un favorito claro, aunque la experiencia y potencial del Panathinaikos, y el 'factor Obradovic' -el solo suma siete Euroligas-, conceden a priori más opciones al equipo griego. La lógica dice que el nuevo rey debería salir de la semifinal Panathinaikos-Montepaschi Siena, pero españoles e israelíes, con el apoyo de 5.000 aficionados, están preparados para el desafío.

Nunca en la historia una 'Final Four' había acumulado tantas Copas de Europa. Nada menos que 18 (ocho del Madrid, cinco del Panathinaikos y cinco del Maccabi), con 35 trofeos repartidos entre los cuatro países representantes. El Madrid, con un proyecto de futuro que estaba destinado a Ettore Messina y ha pasado a las manos de su ayudante, Emanuele Molin, es una incógnita, porque la irregularidad de los blancos, su fragilidad mental en momentos determinados y el exceso de individualismo no invitan al optimismo, pero una vez llegados a este punto, los blancos se aferran a su ilusión y carácter. Pudiera ser el triunfo de la casta y la fe. «A ganas no nos va a ganar nadie», advierte Sergio Llull. Después de tanto sufrir en la eliminatoria de cuartos ante el Power Electronics, este Madrid se ha endurecido y ha confirmado una progresión importante.

Sin urgencias

Afortunadamente, en esta sección en la que tan complicado es conseguir una estabilidad y abstraerse de la presión externa, para el Madrid ahora no hay urgencias, porque la obligación inmediata era estar en la 'Final Four' y parece que, esta vez sí, con un equipo joven y de largo recorrido, están puestas las bases. Sin embargo, tampoco es cuestión de acabar con todas las esperanzas en el primer partido. Al Madrid se le exige pelea y, al menos, superar al Maccabi y competir en la final, aunque el conjunto israelí, con un físico tremendo y liderado por la 'bestia'Schortsanitis y el letal Jeremy Pargo, es un rival de cuidado.

Tampoco este equipo es superior a otros que tuvo antes el Real Madrid y nunca alcanzaron la etapa decisiva, pero sin el Barça, sí que dispone posiblemente de la que es la mejor plantilla que ha llegado a Barcelona. Los blancos coinciden: «Es más difícil llegar a una 'Final Four' que ganarla». Lo malo es que la grada estará en contra y ya se ha demostrado que este Madrid lo pasa muy mal a domicilio. Es la hora de acabar con otro fantasma.