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La primera edil jerezana y candidata del PSOE a la Alcaldía desgrana los principales hitos de su mandado. :: J. C. CORCHADO
Ciudadanos

«El PSOE necesita una mayoría holgada para concluir el trabajo pendiente»

La alcaldesa hace balance de una legislatura de «luces y sombras» y recalca que «sería un error poner la ciudad en manos del PP o Pacheco» Pilar Sánchez. Alcaldesa de Jerez

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-Se acaba el tiempo antes de las elecciones. ¿Cómo afronta el sprint final de la campaña electoral?

-Con mucho trabajo, porque aunque quiera no me puedo olvidar de la gestión. Y sobre todo con la necesidad de contar lo que hemos hecho y lo que vamos a hacer. Quizá a los ciudadanos no les haya llegado suficientemente clara la información. Aprovecharemos para poner en valor los cambios se han producido en la ciudad, que están en el presente pero también nos sitúan en el futuro y vinculan una legislatura con la siguiente. Lo que proponemos en el programa no deja de ser la continuidad de un proyecto que tienen sus raíces en esta legislatura, que es la del nuevo modelo económico de la ciudad. Ha sido una legislatura de grandes contrastes: por un lado ha habido mucho ruido, con los efectos de la crisis como en todas las ciudades, aunque aquí se ha magnificado queriendo hacer ver que recaía la responsabilidad de forma absoluta en la Alcaldía y el gobierno local; y por otro lado ha sido la legislatura de los grandes cambios en las barriadas, las grandes inversiones, las grandes infraestructuras.

-¿En qué se ha podido equivocar el gobierno local en estos años?

-Era muy difícil gobernar por varias razones: había un déficit importante para el Ayuntamiento, y no me cansaré de decir que la responsabilidad tiene nombres y apellidos y todos sabemos quién es. Pedro Pacheco ha sido el causante casi en exclusiva de la crisis; otros han podido agrandarla, pero el problema ha sido su estilo de hacer política, el 'voy a hacer lo que me dé la gana sin tener en cuentas las consecuencias'. Ésa es una de las causas que muchos han aprovechado para hacer ruido. Por ejemplo, por el retraso que se haya tenido en la nómina, o en el pago a concesionarias. Pero eso no es consecuencia de mala gestión, sino de la mala herencia de 30 años que no se soluciona en cuatro días ni en ocho. Por eso solo los estómagos agradecidos que aplaudan políticas del pasado pueden dar un voto de confianza a la persona que generó el mayor problema de Jerez. Y es que el gran problema de esta legislatura ha sido el que han tenido todas las ciudades españolas, la caída y la sangría de empleo. Y el gran drama de muchas familias de Jerez que tenían su economía del sector de la construcción. Porque esta ciudad a lo largo de 30 años solo ha tenido una plataforma económica, que ha sido el ladrillo, que ha generado una generación no lo suficientemente formada y que hoy sufre las consecuencias de paro por la pérdida de empleo en el sector. Todo el mundo tiene errores y nosotros posiblemente los hayamos cometido también, pero no sabría decir uno concreto. Ha sido una mezcla de intereses espurios, políticos. y no han tenido nada que ver con la gestión real del gobierno.

-Ya que habla de Pacheco, tiene claro que no va a pactar con él.

-Repetir errores del pasado no tiene ya sentido. Hay cosas que se superan en la vida y yo no voy a pactar con quien considero que es el máximo causante de los problemas que tiene la ciudad a todos los niveles. Sería algo por mi parte imperdonable, así que no lo voy a hacer.

-¿Y cree a García-Pelayo cuando dice que ella no lo va a hacer?

-No, nada. Cómo me la voy a creer si me dejó plantada en 2003 con la sala del Tryp reservada y un acuerdo firmado, y en media hora cerró el acuerdo con Pacheco. ¡Cómo la voy a creer! No me creo nada. Me cuesta mucho trabajo creer a la derecha, pero a la señora Pelayo menos que a nadie. Entre otras razones porque tiene muy poca autoridad y al final hará lo que digan Arenas y Antonio Sanz, está claro.

-¿Cómo es hoy su relación con Francisco González Cabaña?

-Yo lo veo poco, en los actos de partido. Personalmente no tengo relación con él ninguna, no es alguien con quien yo me vaya a tomar copas. Pero no hay problemas en las relaciones institucionales, por ejemplo la resolución de este mes para las nóminas se ha hecho con su firma. No tengo motivos para decir que la relación sea mala.

-¿Qué medidas pretende tomar si gobierna en la próxima legislatura para acabar con la crisis de las arcas municipales?

-Seguir con el plan de austeridad que ha dado buenos resultados. Este año ha finalizado con una parte importante del déficit presupuestario. Desde 2004 se acumularon unos 60 millones de euros de déficit que hemos disminuido año tras año. De hecho, 2009 lo cerramos con 24 millones y en 2010 vamos a cerrar con mucho menos de la mitad de eso. Y el objetivo es conseguir este año el déficit cero. Hay que seguir con el plan de austeridad que inicié y que me obligó a eliminar muchas cosas como el gasto de protocolo o el coche oficial. También continuar con el plan de estabilidad, seguir amortizando las jubilaciones y así reducir la plantilla. Hay que tomar algunas medidas que consensuaremos con los sindicatos y ninguna de ellas pasa por el despido, lo digo así de claro. Está claro que si hubiera despedido a principio de la legislatura no me hubiera encontrado estos problemas, pero prioricé que las familias del Ayuntamiento no se podían quedar en paro. Y si me equivoqué o acerté no lo sé, pero ahí han quedado todas. Otra buena noticia es que hay que sumar que aumentaremos los ingresos en unos 14 millones de euros corrientes, lo que significa 1,1 millones mensuales.

-¿Confía en mantener una mayoría suficiente para poder dar continuidad a estos proyectos?

-Sí. Creo que la gente es más sensata de lo que parece. Sería un error tremendo poner en manos del PP la ciudad, sobre todo porque creo que no van a solucionar los problemas sociales. No fueron capaces de hacerlo ni cuando gobernaron, y entonces era la época de las vacas gordas. Sería poner en manos de gente absolutamente inexperta la complicada situación de esta ciudad, lo que paralizaría una gestión que lleva un camino recorrido y una manera de trabajar. Frente a eso un PP cuya candidata regresó a la ciudad con la crisis, porque antes ni a los plenos venía. Pelayo lleva ya varias legislaturas como concejal y todo el mundo sabe que no le gusta la ciudad, no le gusta la política local, lo que le gusta es el Parlamento y vivir de la política, que es de lo que ha vivido siempre. Estoy segura de que no ha venido a esta candidatura para quedarse. Por eso no creo que el PP sea una opción. Y Pacheco representa el voto de la melancolía, de épocas pasadas cuando familias enteras entraban en el Ayuntamiento sin proceso público y legal. Y lo que queda por ver, porque es una persona que no es que esté imputada, es que está acusada de malversar fondos públicos. Por ello, la única opción para mantener bajo control la difícil situación del Ayuntamiento es quien ha gobernado estos cuatro años con responsabilidad.