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Un fallo en la alarma de la caja hizo que fuera necesaria la contratación de seguridad a principios de año. :: C. C.
SAN FERNANDO

Reclaman de nuevo las plusvalías y tasas de obras que fueron pagadas al Ayuntamiento

Al parecer los ingresos no quedaron registrados en la caja municipal, un problema que puede afectar a unos 200 ciudadanos

CARLOS CHERBUY
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Tal vez sea un fallo, tal vez un error o quizás otra forma en la que se evidencia el patente descontrol existente en la caja municipal y que permitió que desaparecieran casi ocho millones de euros, sin que ningún responsable administrativo se percatara de ello. Sea como fuere afecta de forma directa a los ciudadanos, ya que desde Diputación se están reclamando por segunda vez los pagos efectuados de plusvalías y tasas de obras realizados por caja. Hasta el momento es posible que existan más de 200 casos en los que los afectados pagaron la plusvalía o la tasa obteniendo el pertinente recibo por parte municipal y tras un tiempo han recibido con asombro una reclamación por parte de Diputación en la que incluso se incluye un recargo por no haberse realizado dicho pago a lo largo de un periodo de un año. Lo que suma una infracción a las cantidades adeudadas y que pueden superar los 1.000 euros por recibo.

La mayoría de estas situaciones se remontan a antes de que se detectara el robo y se denunciara al cajero jefe Clemente Ruiz. Después de aquello se externalizó el servicio a una entidad bancaria y sin embargo no se ha conseguido solucionar este problema ya que existen reclamaciones que se refieren al año 2010 y que están llegando ahora. Un hecho preocupante que hace temer que no se hayan puesto los mecanismos necesarios para evitar el descontrol dentro de la caja.

Hasta el momento se desconoce el número total de operaciones afectadas ni el montante económico, aunque no son las únicas dudas que existen en torno a estos pagos, ya que no se entiende que teniendo los usuarios el recibo de ingreso por parte municipal, otra administración vuelva a reclamar los pagos. ¿Qué ha pasado con ese dinero y esos documentos? El otro problema es si el afectado no guardó su recibo ya que entonces no tiene ninguna evidencia del ingreso realizado y lo más seguro es que tenga que hacer frente a la cantidad con su recargo.

Hay que recordar que desde el Ayuntamiento se señaló desde un primer momento a la figura de Clemente como responsable de crear una imagen ficticia en las cuentas y de acumular en papeles diferentes transacciones que debían hacerse efectivos en caja para cuadrar las cuentas. La incertidumbre surge en saber si en esos papeles se encuentran los recibos de plusvalías de los afectados, pues también hay que hacer hincapié en que la inmobiliaria de Clemente se encontraron pagos de plusvalías realizados por caja y que se los atribuía a su empresa, sin haber tenido contacto con esos clientes.

Aunque también hay que señalar que algunas de las reclamaciones se hacen bajo fecha del año 2010, una vez que Clemente ya está fuera del Ayuntamiento. Lo que está claro es que estas reclamaciones son evidencias del descontrol que existía en la caja ya que nadie se preocupó por los recibos de las plusvalías y tasas de obras pagadas por caja.

Los pagos en caja

Claro que el principal imputado por la desaparición de los 7,8 millones de euros tiene otra versión de lo sucedido, ya que asegura que resulta «complicado» el que nadie se diera cuenta de los ingresos que se realizaban en conceptos de plusvalías por la caja municipal. De hecho, Clemente asegura que una vez que se realiza el pago es automáticamente reflejado en la contabilidad del día y para anularlo se precisa del consentimiento del tesorero.

No obstante, hay una persona encargada de recoger todos los ingresos efectuados en el día para cotejarlos con el programa Sicalwin, que exige el correspondiente justificante en el caso de que se produzca una anulación. Sea como fuere lo cierto es que se han dado ya varios casos de reclamación de estos conceptos.