Un maestro consagrado y comprometido con la cultura italiana
El director de orquesta italiano ha ganado el Príncipe de Asturias de las Artes 2011
ROMA Actualizado: GuardarEl director de orquesta napolitano Riccardo Muti es un maestro consagrado pero también una autoridad en lírica italiana que plantó cara al Gobierno italiano por los recortes llevados a cabo en la Cultura del país.
El 12 de marzo de 2011 interpretó majestuoso Nabucco de Verdi en el teatro de la Ópera de Roma con motivo del 150 aniversario de la unidad de Italia en presencia el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi. En un momento dado, Muti dejó la batuta y aseguró: "Esta tarde mientras el coro cantaba 'a cada patria bella y perdida' he pensado que si matamos a la cultura sobre la que está fundada la historia de Italia en verdad será nuestra patria la que se quede 'bella y perdida'".
Las palabras de Muti provocaron una cerrada ovación por parte del público. Además, hizo cantar a los asistentes Va Pensiero, que para la formación federalista Liga Norte es el himno de Italia, pero que según Muti, "es un canto que exprime de manera intensa el alma de los italianos".
Un día después explicó que su intervención en la ópera de Roma y que sorprendió a todos no estaba preparada. "Pienso que los directores de orquesta no deberían hablar desde el podio, pero ayer, después de la intervención del alcalde de Roma (Gianni Alemanno) era necesario que el músico tomara la palabra", aseguró. "Para un músico como yo -agregó- que además tiene la suerte de viajar por el mundo y ve la realidad italiana y la de otras naciones, significa sufrir por la situación. Era mi deber hablar". Y concluyó: "No quise que Nabucco (cuyo coro del tercer acto es 'Va, pensiero') fuera el canto fúnebre de la cultura y de la música. Porque una nación que pierde la propia cultura pierde la propia identidad".
Chicago por Italia
El maestro insiste para que la música forme parte de los planes de enseñanza "porque la música nos enseña a convivir". Muti pertenece ya a la historia de la música y a la interpretación porque se trata de un maestro que hace del rigor, de la disciplina y del respeto a los texto musicales, el credo de su actividad artística. Aunque reside en Chicago (Estados Unidos), las apariciones de Muti en Italia son incontables tanto en la Ópera de Roma, como en el Teatro San Carlo de Nápoles o en la Scala de Milán, donde se le admira a pesar de su carácter intransigente e inflexible cuando dirige.
Muti sabe explotar todo su acento napolitano en la escena y puede llegar a alcanzar cotas de total dramatismo teatral, a lo que ayuda su rostro bien cincelado. Recibió lecciones de dirección orquestal de Arturo Toscanini y se caracteriza por el respeto a los compositores y a las partituras originales en obras de Verdi, al que considera inmortal e intocable. Y lo argumenta: "Verdi expresa sentimientos humanos que no son de ayer, de hoy, o de mañana, sino de siempre (...) porque Verdi habla al hombre, no de una época, sino de siempre!".
Su solemne expresividad le había jugado una mala pasada el mes de febrero, cuando Muti, de 69 años, se desvaneció en medio de la quinta sinfonía de Shostakovich durante una durante un ensayo con la orquesta sinfónica de Chicago "Simplemente cayó hacia delante", relató un testigo. "Ni siquiera estiró los brazos para amortizar la caída o algo por el estilo" y se fracturó en varias zonas la mandíbula y otros huesos más. Muti, que en julio cumple 70 años, es desde el año pasado director jefe de la orquesta sinfónica de Chicago.