ESPAÑA

Rubalcaba afirma que «nadie niega los pasos de Bildu, pero tiene que dar más»

Rajoy se felicita por la prohibición «justa y necesaria» acordada por los jueces del alto tribunal

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los criterios políticos y las decisiones judiciales pueden coincidir pero los primeros tienen matices. El vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba evitó mostrar ayer un entusiasmo excesivo por el fallo del Tribunal Supremo que avaló los recursos de la Abogacía y la Fiscalía del Estado contra Bildu e incluso hizo hincapié en que la Justicia no ha dado un portazo a las aspiraciones de la izquierda 'abertzale'. «Se le dice: 'has avanzado, nadie lo niega, pero tienes que demostrar ante los tribunales que la ruptura se total y definitiva. Eso -dijo- es lo que no se ha hecho todavía». El líder de la oposición se entregó, en cambio, a la satisfacción sin ambages y calificó la resolución de «justa y necesaria».

La diferencia de actitud tiene su origen en algo que Rubalcaba ya puso de manifiesto el viernes, la convicción de que en el País Vasco no se entiende como en el resto de España tanta exigencia hacia quienes ahora dicen rechazar la violencia pese a justificarla durante años, y el temor a que entre la sociedad vasca cale la idea de que el Estado no se mueve frente a movimientos esperanzadores de Batasuna.

El ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, recordó que en 2007, cuando aún no se había cerrado el diálogo con ETA, se dejaron pasar varias listas del partido al que entonces recurrió Batasuna, Acción Nacionalista Vasca, y nada cambió. «Volvió la violencia y la decepción. O dicho de otra manera -insistió- nos han engañado muchas veces».

Rubalcaba no se afanó en explicar el porqué de su prudencia. Sí hizo hincapié, en cambio, en el hecho de que la ilegalización de una formación no la deciden otros partidos ni el Gobierno. «Son los jueces los que deciden y es a los jueces a los que tenemos que respetar -remarcó-. Por eso he insistido estos días que no valen las presiones sobre los jueces, ni las más burdas ni las más sutiles; que las hay».

Se negó además a hacer un vaticinio sobre cuál será la respuesta de ETA o de su entorno político si el Constitucional ratifica la decisión del Supremo. «Cualquier razonamiento 'sobre qué pasaría si' llevaría implícito un juicio de valor por parte del Gobierno que puede interpretarse mal», se disculpó. Tampoco quiso aventurar qué ocurrirá con las relaciones entre el Ejecutivo y el PNV, aunque dijo que había hablado con el líder de ese partido, Iñigo Urkullu. Unas horas después el PNV anunció su ruptura con el Gobierno.

La reacción medida del Gobierno contrastó con el ánimo del PP, que rozaba la euforia después de días de dudas sobre el sentido de la sentencia del alto tribunal y de la voluntad del Ejecutivo de abortar el intento de la izquierda 'abertzale' de participar en las elecciones. Mariano Rajoy aplaudió la decisión «justa y necesaria» del Supremo. «Estamos de enhorabuena y ojalá se confirme» el fallo en el Constitucional, dijo desde Melilla.

No se quedó a la zaga la secretaria general del PP, quien calificó la decisión de «gran noticia». Dolores de Cospedal señaló que la prohibición fortalece «la democracia» porque se excluye a los que defienden «el asesinato, el chantaje y el terrorismo».