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ESPAÑA

La decisión sobre Bildu queda en manos de un Constitucional dividido

La mayoría del Supremo sacó a la coalición de las urnas por ser un «fraude» para llevar a las instituciones a «los testaferros de ETA»

ALFONSO TORICES
MADRID.Actualizado:

La decisión definitiva sobre Bildu, la que dirá si sus 254 listas estarán en las urnas o no, está en manos de un Tribunal Constitucional tan dividido como el Supremo que, por 9 votos a 6, ordenó la exclusión de la coalición de las elecciones.

La corte resolverá el jueves el recurso que la coalición presentará este martes contra su exclusión de las urnas. Sus magistrados deberán despejar la duda que fragmentó al alto tribunal: si Bildu es el disfraz del todavía brazo político de ETA para retornar a las instituciones, como dice la mayoría conservadora del Supremo, o si, por el contrario, se trata de la coalición formada por Eusko Alkartasuna, Alternatiba y unos herederos de Batasuna que han roto sus lazos con el terrorismo, como defiende la minoría progresista. Si se confirma el fallo del Supremo, Batasuna se quedará por primera vez sin un solo cargo público desde su ilegalización en 2003 y arrastrará a sus dos socios legales. Si la corte deroga la exclusión, apuntaría al primer paso para el retorno a la legalidad de la izquierda 'abertzale' clásica.

Nadie se atreve a hacer pronósticos. En el Constitucional existen las mismas dos sensibilidades, la que cree en la veracidad del desmarque de Batasuna y la que piensa que no es más que la sucursal institucional de ETA. Pero hay dos incógnitas que aún hacen más difícil anticipar un fallo. Por un lado, sus magistrados, a diferencia del Supremo, aún no se han definido sobre este punto, ya que no han podido pronunciarse sobre la legalidad o no de Sortu, el partido que el Supremo no inscribió en el registro por considerarlo la nueva marca política de ETA. No se sabe cuántos y quiénes piensan qué.

Y, por otro, aún está por decidir si el recurso de Bildu lo resolverá la Sala Segunda -con tres magistrados progresistas y tres conservadores- o si, al final, el asunto se abocará al pleno de la corte, compuesto por siete progresistas y cuatro conservadores. Por si las dudas fueran pocas, fuentes jurídicas avisaron de que en el Constitucional, a diferencia del Supremo, los magistrados con etiqueta progresista no tienen por qué ponerse en bloque del lado de Bildu.

Convergencia o disfraz

Los nueve magistrados del Supremo que han dejado por el momento a Bildu fuera de las urnas lo han hecho porque, en coincidencia con Gobierno y Fiscalía, creen probado por los informes policiales que la coalición es fruto de «un proceso auspiciado por la misma ETA». Explican que, con el consentimiento de EA y Alternatiba, formaron una coalición que «se ha erigido como un cauce simulado y fraudulento para soslayar la ilegalización del brazo político de la banda y, así, permitir el acceso de Batasuna/ETA a las instituciones», a través de presuntos candidatos independientes que no son más que «meros testaferros de ETA». No creen en el rechazo al terrorismo de Batasuna, que ven «instrumental» y autorizado por la banda, y lamentan los daños a EA y Alternatiba, pero entienden que deben asumir las consecuencias de «la jurídicamente errónea determinación de su estrategia».

Los seis disidentes no pueden estar más en desacuerdo. Creen que los herederos de Batasuna sí que han roto con ETA en «un giro copernicano» de «rechazo absoluto y sin ambages de la violencia» y que Bildu y la convergencia de independentistas de izquierda no solo no es invento de ETA sino que es una estrategia iniciada en 2003 por EA, en la que no ha aceptado a la izquierda 'abertzale' clásica hasta que ha comprobado «fehacientemente» su ruptura con la banda. Entienden que excluir de las instituciones a dos partidos democráticos como EA y Alternatiba es «insostenible en términos constitucionales y legales».