«El partido queda en un segundo plano»

No compareció José Mourinho ante la prensa porque hoy no puede sentarse en el banquillo del Camp Nou al estar sancionado, pero Aitor Karanka se sabía de memoria el discurso que tocaba y lo ejecutó como un buen empleado. El ayudante del portugués insistió una y otra vez en que el choque queda en un segundo plano tras la decisión de la UEFA de no admitir a trámite la denuncia del Real Madrid contra los jugadores del Barcelona.

¿Está en juego algo más que una semifinal para el Madrid?, se le cuestionó. «Después de la resolución de la UEFA, el partido queda en otro plano», enfatizó sin pestañear. En plan portavoz blanco, dijo no entender cómo es posible que un organismo que presume de «respeto y 'fair play'» pase por alto acciones «tipificadas en su reglamento y contrarias a esos principios».

Karanka fue más allá y habló de «racismo» sin citar a Busquets. «Sancionaron a nuestros jugadores y a nuestro entrenador por no hacer nada y ahora no atienden a insultos racistas, tapándose la boca». Para tratar de demostrar la diferencia de trato de la que siempre habla Mourinho, recordó que las sanciones a jugadores y técnicos blancos tras el partido de Ámsterdam fueron por «motivos no contemplados en la normativa». El excentral del Athletic y del Madrid no cree que la UEFA les pueda pasar más factura porque, a su juicio, «no se trata de acusaciones, sino de hechos reales, comprobables y objetivos».

Rehusó valorar si el victimismo y la falta de autocrítica de la que se hablan son contrarias a la tradición del Madrid. «109 años de historia están muy por encima de todo», se limitó a decir y reconoció que Mourinho se encuentra mal porque querría poder estar en el banquillo.