El polígono que no ve la luz

Hoy en día es fácil distraerse, que se cumpla aquello de que los árboles no dejaron ver el bosque, sobre todo al centrarse en problemas futuros en vez de buscar una solución a los inmediatos. Eso precisamente es lo que ocurre con el polígono industrial de Fadricas II. Una modificación en su normativa para la implantación de empresas ha vuelto a traer a la actualidad un espacio sin vida en una ciudad sin suelo industrial, de hecho está a la cola en cuanto a indicadores provinciales en este sentido. La discusión en torno a sus parcela ha vuelto a centrarse en cómo sacarle rentabilidad, pero no en resolver su principal problema, que no es otro la falta de electricidad. La pregunta en este caso es sencilla: ¿Cómo se ha podido desarrollar un polígono industrial que no tiene luz?

Cuando se desarrolló la normativa para la implantación de empresas el Gobierno municipal quiso huir del modelo de Fadricas I y situarse en una nueva esfera tecnológica y de innovación, para lo cual se utilizó unos criterios medioambientales que actualmente han sido derogados. Sin embargo, los andalucistas quieren abrir el abanico para que se instale cualquier actividad y finalmente ninguno de los grupos de la oposición apoyaron en pleno esta posibilidad, aunque por razones diferentes.

Los populares esgrimieron el argumento de que se trata de la puerta a uno de los suelos con más posibilidades para San Fernando tanto a nivel residencial como de ocio y turístico, por lo que debe ser un polígono que llame la atención por sus empresas y no algo al uso, con talleres, carpinterías y fábricas. Los socialistas por el contrario aludieron a que lo que se pretende es vender suelo a un precio elevado, lo que espantará a los empresarios e imposibilitará su estrategia de adquirir el suelo de forma municipal y crear con ayuda de la Junta naves de Protección Oficial, que abarate el coste de adquisición. Aunque el problema de Fadricas II va más allá, pues ninguno de los partidos ha explicado cómo hará para instalar electricidad, pues hace falta una subestación eléctrica. Ahora se ha llegado a un acuerdo con Defensa para instalar una en Janer y es posible que su energía abastezca a parte de Fadricas II, aunque no es seguro.

Mientras tanto no hay una sola empresa instalada en el lugar, tan solo un supermercado que ha ofrecido alternativas con generadores para abrir y cuyas propuestas han caída en saco roto, por lo que continúa con sus puertas cerradas.