Sociedad

Salvador Allende, ¿asesinato o suicidio?

Los restos del expresidente chileno serán exhumados este mes para elaborar nuevos informes que aclaren las dudas que aún se ciernen sobre la forma de morir del líder socialista

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La familia estaba convencida en un principio de que el expresidente socialista chileno Salvador Allende había sido asesinado por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet, quienes irrumpieron en el palacio de La Moneda a sangre y fuego aquel 11 de septiembre de 1973 para terminar con su gobierno y con su vida. La teoría del suicidio perpetrado con un fusil de asalto AK-47 obsequiado a Allende por Fidel Castro fue rechazada. Era la versión que habían dado los propios asesinos, supuestamente para encubrir el crimen.

Pero con el paso del tiempo, tanto la familia como vastos sectores de la izquierda chilena aceptaron la teoría y hasta reivindicaron el suicidio como un acto político final, un gesto heroico de un mandatario acorralado, pero a la vez resuelto a morir antes de dejar el mando a los asaltantes. «De La Moneda me sacan muerto», había dicho Allende. «Ni rendido ni exiliado», recuerda su hija. Lo sacaron sin vida y este mes su cuerpo será exhumado para conocer los minutos finales de la vida del hombre que creía en la vía electoral para construir el socialismo.

La solicitud de exhumación fue presentada en abril por sus hijas y el Partido Socialista al juez Mario Carroza, encargado de investigar este y otras múltiples violaciones de los derechos humanos nunca indagadas. La hija menor, la escritora Isabel Allende, declara que la familia está convencida del suicidio. Se basan en los dichos de su padre y en el testimonio de Patricio Guijón, uno de su médicos cercanos. Guijón declara a quien quiera oírlo que vio a Allende sentado con el fusil entre las piernas apoyado sobre el mentón en el segundo piso del palacio. «Vi cuando voló la cabeza, los huesos y la masa encefálica. Vi la explosión del cráneo».

La sede presidencial era entonces un caos de detonaciones, bombas, gases, gritos. La autopsia firmada por el doctor José Luis Vázquez determinó que el expresidente murió por «una herida de bala cérvico-buco-cráneo-encefálica reciente con salida de proyectil, producto de un disparo de corta distancia, probablemente con el cañón del arma apoyado sobre los tejidos que pudo ser hecho por la propia persona». Pero el informe, escrito por el mismo perito que falseó otras autopsias, quedó siempre asociado a los intereses del régimen dictatorial de 17 años, que dejó más de 3.000 muertos y desaparecidos.

En 1990 la familia consiguió que se exhumara el cadáver por primera vez. La información recogida entonces abonaba la teoría del suicidio, tesis que para los partidos izquierdistas engrandecía la figura de Allende.

Nuevas dudas

Las dudas vuelven ahora a inquietar a los chilenos. Hace unas semanas, una nueva investigación del periodista y escritor Camilo Taufic reveló que el expresidente se disparó en la cabeza con una pistola que guardaba en el cajón de su escritorio, que quedó malherido y que uno de sus escoltas, Enrique Huerta, lo remató en una suerte de «suicidio asistido». Huerta fue luego detenido, torturado y fusilado por la dictadura.

La pesquisa causó un gran revuelo. Para el periodista, la versión del suicidio con el fusil de Castro fue una puesta en escena ideada por el general Javier Palacios que comandó el asalto a La Moneda. Taufic asegura que el arma nunca estuvo en La Moneda y que Palacios convenció a los médicos para presentar la versión del suicidio como la más digna. La historia de Taufic coincide con las del médico Luis Ravanal, quien en 2008 estudió los informes y concluyó que el cuerpo registraba más de un impacto.

Frente a tantas y tan diversas teorías, la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos se presentó en marzo ante el juez Carroza para pedir una nueva investigación. «No es posible aceptar que la muerte de un presidente quede no solo en la impunidad, sino en la ignorancia total», declaró el abogado y miembro de la agrupación, Eduardo Contreras. El letrado remarcó que el cadáver tenía más de un impacto. «¿Cuál de las balas fue la que causó su muerte suponiendo que la tesis del suicidio sea cierta?», se preguntó. Esa respuesta, la definitiva, es la que está por esclarecer.