La alegría vuelve al Cuvillo gracias al triunfo de un Portuense de diez

Nunca es tarde si la dicha es buena, aunque el triunfo del Algeciras ayer deja al Portuense más fuera que dentro de los 'play offs'. Los de El Puerto se congraciaron ayer con su afición después de desarrollar unos 65 minutos que quedarán para el recuerdo. No sin antes haber pasado por bastantes apuros en los minutos iniciales, en los que el Peñarroya dio sensación de no merecer perder la categoría. Si no hubiera sido primero por el portero local Ismael y luego por el cordobés Andrés, el marcador también hubiera sido para el recuerdo. La nota negativa del partido fue la entrada a destiempo y sin venir a cuento de Carrión a José Antonio, al que mandó al Clínico de Puerto Real al habérsele salido el hombro derecho.

Pocos partidos se han visto en el Cuvillo esta campaña con tantas ocasiones de gol. Comenzó dominando el Peñarroya, que volvió a sembrar el pánico en el Cuvillo recordando a Mairena, Sanluqueño o Coria.

Pero a medida que pasaban los minutos se iría asentando el equipo de Paco Corbeto hasta tomar las riendas del juego. Abel Calatayud volvió a ser el del primer tramo de la temporada y el equipo lo notó. Lo mismo ocurrió con Jose Antonio y Piñero, no quedándose atrás el refuerzo de invierno Adri, que después de una larga sequía volvió a mojar. Con la lamentación de un penalti errado por Abel que despejó Andrés a los 31 minutos se llegó al descanso.

El Peñarroya salió de igual forma en la segunda mitad. El Portuense, con la salida de Lolo Prado, tomó mayor fortaleza en la zona ancha y el equipo lo notó para bien. A los 64 de juego llegó el uno a cero. Fue José Antonio el encargado de remachar a la red. En plena vorágine rojiblanca Abel, nueve más tarde, sortea dentro del área a varios contrarios y cede gentilmente a Adri, para que de la misma manera en la línea de gol rematase, logrando el 2-0 que a la postre sería definitivo.