El encuentro imposible de los gemelos Kelly

Richard y Patricia Kelly, dos oficiales de policía de Orange (New Jersey), jamás pensaron que sus dos hijos gemelos, Mark y Scott, llegarían a viajar al espacio. Incluso hoy, si no fuera porque Mark se ha dado el capricho de ponerse bigote, serían casi indistinguibles. Los dos han llevado carreras paralelas: ambos fueron pilotos navales y ambos entraron a la vez en la Nasa, en 1996. Si la misión que ahora va a realizar el Endeavour no se hubiera retrasado, los espectadores de la Tierra habríamos podido asistir a un espectáculo singular, muy del gusto de los americanos: Scott habría dado la bienvenida en la estación espacial internacional a su hermano Mark.

Pero el azar ha jugado esta vez en contra de la poesía. El capitán Scott Kelly se tiró más de 18o días en la estación, pero regresó a la Tierra, junto con otros dos astronautas rusos, el 16 de marzo. La misión STS-134, que dirige su hermano Mark, ha sufrido varios retrasos y finalmente despegará hoy a las 21.47 (hora española). Por un mes y medio no se han reunido los gemelos Kelly a 360 kilómetros del planeta en el que nacieron.