Yamaa el-Fna, el alma de los encantadores de serpientes
Actualizado:El sitio y la hora elegida por los terroristas no deja lugar a las dudas. Los asesinos querían causar el mayor daño posible, ya que en la plaza Yamaa el-Fna, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, era el día de ayer, un jueves cualquiera de primavera, un hervidero de turistas.
La plaza, un enorme espacio abierto en el corazón de Marrakech, atrae cada día a miles de personas con sus encantadores de serpientes, sus cuentacuentos, magos y músicos. Desde hace siglos, Yamaa el-Fna desempeña un papel importante en la preservación de la tradición oral marroquí y un foco de entretenimiento para los viajeros.
Esta gran explanada de forma indefinida, muy cercana a la imponente torre de la Kutubia, sirve de centro neurálgico para los turistas, que parten de allí para hacer compras en los zocos de las calles adyacentes de la medina, o que se sientan en alguno de los cafés que abarrotan los laterales de la plaza para refrescarse con un zumo de naranja, la bebida más marrakechí. Por la noche, la plaza se llena de puestos donde se pueden degustar todo tipo de platos marroquíes, y Yamaa el-Fna se convierte en un lugar prácticamente intransitable. Marrakech siempre ha sido una parada indispensable para los viajeros que recorrían el norte de África, y ha sido escenario de numerosas películas, como la mítica 'El hombre que sabía demasiado', de Alfred Hitchcock.
Hay varias hipótesis sobre el nombre de la plaza. Según algunos expertos significa «asamblea de la aniquilación», ya que era el lugar donde se ajusticiaba a los delincuentes. Otros sugieren que el término «asamblea» o «reunión» es una referencia macabra al hecho de que se exhibían las cabezas cortadas de los ajusticiados rodeando la plaza.