Los tornados devastan el sur de EE UU
El desastre natural deja al menos 250 muertos, la mayoría en Alabama, y ha sido considerado como el peor en más de cuarenta años
NUEVA YORK.Actualizado:Una sucesión de más de cien virulentos tornados en los últimos tres días ha dejado a su paso una estela de muerte y destrucción a lo largo de una extensa zona del sur de Estados Unidos en el que se considera ya el peor desastre natural causado por estos fenómenos atmosféricos en casi cuarenta años. En la evaluación provisional realizada por las autoridades de ocho Estados afectados, al menos 250 personas han fallecido, la mayoría de ellas (160) en Alabama y las demás repartidas por Misisipi, Tennessee, Arkansas, Georgia, Virginia, Luisiana, y Kentucky. Los tornados nunca faltan a su cita mortal cada primavera pero habría que remontarse al mes de abril de 1974, con más de 300 víctimas en Oklahoma, para encontrar un desastre de proporciones similares.
Tras la primera andanada de hace apenas una semana sobre zonas rurales de Arkansas donde perdieron la vida unas 50 personas y centenares vieron como sus casas quedaban reducidas a añicos, las tormentas de los últimos días se han cebado especialmente en Alabama. Su gobernador, Robert Bentley, declaró ayer el estado de emergencia y pidió ayuda a Washington ante la imposibilidad de atender tantos frentes abiertos. La ciudad de Tuscaloosa, de más de 95.000 habitantes, es una de las más afectadas con todos sus servicios de policía y de emergencia totalmente devastados. Tras una noche de pánico, sus vecinos se despertaron en medio de un paisaje irreconocible: tiendas, centros comerciales, farmacias, gasolineras y otros establecimientos imprescindibles en su vida cotidiana habían desaparecido.
En el conjunto de Alabama, con una población de 4,7 millones de habitantes, casi un millón se quedó sin suministro eléctrico. «Jamás habíamos hemos experimentado un fenómeno climático semejante», dijo en un comunicado la Tennessee Valley Authority, la compañía estadounidense que opera la central nuclear de Browns Ferry situada en la zona afectada y que proporciona electricidad a nueve millones usuarios en siete Estados. Tras experimentar un corte en el suministro, la planta tuvo que recurrir a varios generadores diésel para continuar la operación de los tres reactores. Horas más tarde, sus responsables decidieron su cierre para acometer una serie de delicadas reparaciones.
Ayudas especiales
Medios norteamericanos lo consideran ya el peor desastre natural desde que el huracán Katrina golpeara las costas del sur del país en 2005 mientras la Casa Blanca se apresuró a aprobar ayudas especiales como el envío de fondos y personal en las labores de socorro. «Nuestros corazones están con todos aquellos que han sido afectados por esta devastación y estamos listos para seguir ayudando a la gente de Alabama», declaró Obama en un mensaje a la nación. Muy atento a la evolución que puedan tomar los acontecimientos, el mandatario ha puesto mucho empeño en que el Gobierno federal proporcione la ayuda que precisen los ciudadanos afectados.
Por más que los estadounidenses se hayan acostumbrado a estos fenómenos meteorológicos como parte inevitable de su vida cotidiana, las imágenes de dolor y destrucción que se suceden en televisión mantienen conmocionado al país. La sensación, compartida por las autoridades, es que la lista de fallecidos podría elevarse en las próximas horas. Pese a todo lo que ha caído, el servicio meteorológico nacional sigue emitiendo alertas por tornado en la zona que va desde los Grandes Lagos en el extremo norte hasta el Golfo de México.