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El acusado, Israel M. M., se enfrenta a una pena de once años y medio de prisión. :: FRANCIS JIMÉNEZ
Jerez

Una víctima del atropello confirma que el acusado hacía trompos con el coche

La defensa pide la absolución para Israel M. M. y afirma que los heridos «asumían el riesgo» de ser arrollados por las motos

MIGUEL DOMINGO GARCÍA
CÁDIZ.Actualizado:

Cristóbal quizá sea el testigo más claro de cuantos han declarado en la Audiencia Provincial durante el juicio por el atropello múltiple de la motorada de 2005 en El Puerto, que ayer quedó visto para sentencia tras su segunda sesión. Este joven fue una de las 20 víctimas, aunque no de los más graves: sufrió un esguince en un tobillo. 'Pecata minuta' en un accidente en el que algunas personas acabaron en coma y con secuelas permanentes. Sin embargo, lo vio todo.

Confirmó que Israel M. M, el joven acusado de 26 años que conducía el coche, estaba haciendo giros propios de una exhibición ilegal en la zona de la Puntilla cuando perdió el control del vehículo y se lanzó contra la gente. «Quiso hacer una gracia, pero le salió mal», aseguró el testigo a través de videoconferencia: «Yo vi el coche cuando entraba en la avenida. Un motorista le dijo que parara; él paró y luego continuó haciendo giros. Las motos se quitaron, porque debieron de pensar que era peligroso».

El joven aseguró que, según su «experiencia», Israel estaba haciendo derrapes. «No vi cómo accionaba el freno de mano, pero el coche iba frenado de la parte de atrás y para hacerlo tienes que llevar el freno de mano puesto», explico. Otros testigos del accidente también recordaron haber visto el coche de Israel «haciendo zigzags». Y uno oyó «un motor muy revolucionado» antes de que el coche le embistiera.

Israel M. M había defendido un día antes una versión totalmente distinta. Según él, todo se debió a un lamentable accidente, que tuvo lugar cuando adelantó a otro vehículo y encontró de frente una exhibición ilegal. Para esquivar una moto, dio un par de volantazos, pero no pudo evitar arrollar a la gente que según él estaba en la calzada.

La exnovia de Israel declaró ayer como testigo con una historia casi idéntica. Ella iba de copiloto en el vehículo. Sin embargo, la fiscal calificó esta versión de «ilógica e inverosímil» y encontró algunas contradicciones con lo declarado por Israel. Por ejemplo, el acusado dijo que iban «de paseo» y que no sabía que habría tanta gente con motivo de la motorada. Su exnovia, en cambio, confesó que acudieron a la Puntilla para ver el espectáculo de motos.

La fiscal mantiene la pena

La fiscal confirmó ayer la pena solicitada de once años y medio de prisión por un supuesto delito de conducción temeraria, en concurso con varios delitos y faltas de lesiones dolosas. También solicita que le prohíban conducir durante 18 años y que se le impongan diversas indemnizaciones, a pagar por la aseguradora del coche.

El abogado de Israel, en cambio, pidió al tribunal la absolución, a pesar de que Israel se ha confesado autor del atropello y admitió haber ocupado el carril contrario de manera imprudente, sin comprobar si había peligro. En este sentido, el letrado echó la culpa a las víctimas: «El temerario no fue mi cliente, sino los que estaban allí, que asumían el riesgo de ser atropellados por las motos».