Un hombre afable que desea hacer realidad su modelo de ciudad

Poco podía imaginar Enrique Moresco que llegaría a ser alcalde de El Puerto por el Partido Popular cuando entró a trabajar como secretario de grupo para Independientes Portuenses, allá a principios de los noventa. O quizás si acariciaba esa ilusión en silencio, como ahora se afana públicamente por revalidar su cargo y continuar trabajando con su equipo para materializar los proyectos de su modelo de ciudad que no han visto la luz durante su primera legislatura.

Nacido el 10 de marzo de 1961 en El Puerto, viudo y padre de tres niños, Moresco fue concejal de Cultura, Protección Civil, Vías y Obras, Educación y Deportes durante la etapa de Hernán Díaz, pero en 2006 renunció a su acta y se dio de baja del partido independiente. Su casi inmediato fichaje por el PP, con el que consiguió ganar las elecciones, propició la declaración de tránsfuga por parte de la Mesa Nacional de Antitransfuguismo.

Un hecho que la oposición nunca ha dejado de recordarle. «Tengo las manos limpias y mi conciencia muy tranquila». De carácter afable y cercano, algunos consideran que no ha trabajado lo suficiente para enganchar a los ciudadanos, o a los miembros de su propio partido. Algo que podría pasarle factura el 22 de mayo.