El espíritu de la Institución Libre de Enseñanza, en la Biblioteca
Ramón Vargas Machuca lidera una mesa redonda sobre la figura de Francisco Giner de los Ríos con motivo del Día del Libro
CÁDIZ.Actualizado:«La vida y la obra de Francisco Giner de los Ríos es ejemplar y es necesario recuperarla», asegura el filósofo y político gaditano Ramón Vargas Machuca. «No es ninguna antigualla», apostilla, en relación al Autor del Año según la Consejería de Cultura, que organizó ayer una mesa redonda en la Biblioteca Provincial en torno al fundador de la Institución Libre de Enseñanza con motivo de la conmemoración del Día del Libro.
El acto se abrió con la lectura del manifiesto que para la ocasión escribió Rosa Regás . Después, Vargas Machuca dialogó sobre la educación española con Almudena de la Cueva, investigadora y coordinadora de proyectos en la Residencia de Estudiantes, que ejerció como moderadora, y Marisa de las Cuevas, historiadora del Arte y profesora de la ESO.
El filósofo nacido en Medina recordó las palabras de su «maestro» Elías Díaz en relación a la labor de Giner de los Ríos y su papel como impulsor a finales del siglo XIX de una institución que otorgó una papel primordial a la educación dentro del pensamiento reformista.
En el contexto de un liberalismo progresista que se inicia con la proclamación de la Pepa, la ILE fue fundada en 1876 por un grupo de catedráticos (Francisco Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate, Teodoro Sainz Rueda y Nicolás Salmerón, entre otros) separados de la Universidad Central de Madrid por defender la libertad de cátedra y negarse a ajustar sus enseñanzas a cualquier dogma oficial.
En este sentido, Vargas Machuca destaca tres ideas que fueron clave en aquella época: la secularización de la sociedad, el reformismo social y el individualismo ético, clave para «frenar el totalitarismo». Para lograr la transformación de la sociedad, «es preciso transformar la ética de cada individuo». Es más, una sociedad analfabeta, nunca será progresista. Por este motivo, la institución que impulsara el malagueño Giner de los Ríos, que dio pie a la creación de la Residencia de Estudiantes y la Junta para la Ampliación de Estudios, buscaba la educación «de unas minorías», que tendrían después la misión de «extender el saber».
La ILE ejerció su labor educativa al margen del Estado creando un establecimiento educativo privado laico, que empezó por la enseñanza universitaria y se extendió a la educación primaria y secundaria. El programa de la Institución Libre de Enseñanza no es algo que pertenezca al pasado, según Vargas Machuca, que sin embargo echa en falta en el sistema educativo actual «el valor que entonces se daba al mérito y el esfuerzo».
Pese a que la ILE arrancara en la Primera República, se cristalizó en los años veinte y treinta. Uno de sus frutos fue la Generación del 27 y el influjo de las ideas europeas. No obstante, todo se iría al traste poco después con el estallido de la Guerra Civil.
Aun así, el filósofo gaditano incide en el nutrido legado de la institución que defendiera Giner de los Ríos hasta su muerte en 1915, como la incorporación de la mujer a la educación y la sensibilidad del hombre por la naturaleza, entre otras cosas.
En el acto de ayer, los presentes leyeron la necrológica que Antonio Machado dedicara a Francisco Giner de los Ríos tras su muerte. El autor será recordado también a través de una exposición que se inauguró hace unos días en Ronda y que llegará a Cádiz en las próximas semanas.