Cospedal, ayer, en los 'Desayunos Electorales de ABC'. :: F. A. / EFE
ESPAÑA

El PP ofrecerá seis pactos de Estado al PSOE si Rajoy gobierna

Cospedal asegura que el líder de su partido desea acuerdos en materias como energía y educación, sobre las que ahora discrepa

MADRID. Actualizado: Guardar
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Mariano Rajoy quiere grandes pactos de Estado con el PSOE, pero no ahora desde la oposición, sino cuando llegue al palacio de la Moncloa. Una promesa que cumplirá «desde el minuto uno», según avanzó ayer María Dolores de Cospedal. La secretaria general del PP explicó durante su intervención en los 'Desayunos Electorales' organizados por ABC que, en caso de gobernar, Rajoy ofrecerá «al menos» seis grandes consensos a los socialistas, «porque ambos partidos representamos a la inmensa mayoría de los españoles».

Explicó que los acuerdos servirán para marcar unas hojas de ruta que no puedan verse afectadas por los cambios políticos en materias tan sensibles como política internacional, modelo de Estado -se comprometió a que no se aprobará ningún nuevo estatuto de autonomía sin el visto bueno de PP y PSOE para que no se repita la experiencia de Cataluña-, educación, energía, justicia y sobre los propios órganos reguladores y de control de la Administración.

Se da la circunstancia de que José Luis Rodríguez Zapatero ha planteado a Mariano Rajoy en lo que va de legislatura pactos similares en educación y planificación energética sin encontrar la complicidad del líder de la oposición. El PP solo pactó una tregua de seis meses en política internacional durante la presidencia semestral de la Unión Europea en 2010.

En concreto, durante la apertura del curso político en 2009, el presidente tendió la mano al líder de la oposición en estas dos áreas que calificó de primordiales para la reactivación económica. El diálogo, en el caso de la reforma educativa, se prolongó durante varios meses. Sin embargo, y cuando parecía que existía coincidencia entre los planteamientos del PP y del PSOE, los populares rompieron las conversaciones.

Fue la propia Cospedal quien anunció en mayo del año pasado que el PP no apoyaría el Pacto Social y Político propuesto por el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, al que responsabilizó de querer «blindar el actual modelo educativo, perpetuando un fracaso de veinte años». El PP rechazó el documento, compuesto de 148 medidas y 12 objetivos globales, porque «es más de lo mismo, el Gobierno no puede pedir un cambio para que las cosas sigan igual», justificó entonces la número dos del PP.

Los populares propusieron en enero pasado en el Senado llegar a un acuerdo en materia energética que permita recomponer un 'mix' de generación para que se pueda ofrecer a los consumidores una energía eléctrica barata, segura, competitiva y respetuosa con el medio ambiente. Pero la iniciativa fue rechazada y el PP no ha eludido la crítica al Gobierno en esta materia.

Recuperación nacional

Cospedal, que se limitó a enunciar las áreas de acuerdo sin entrar en las líneas básicas de cada pacto y mucho menos en los detalles, dejó claro que el PP no cerrará ningún acuerdo con el actual Ejecutivo. De hecho, aseguró que en las elecciones del 22 de mayo no solo se dirime quién gobierna en los ayuntamientos y comunidades autónomas, sino que una victoria del PP en las urnas propiciará el inicio de un verdadero proyecto de «recuperación nacional» que culminará en las generales de dentro de 11 meses. Elevó a categoría de «encrucijada generacional» la cita del 22 de mayo, que calificó como la más decisiva de la década por «la extraordinaria gravedad de la situación».

En una intervención en clave nacional, arremetió con dureza contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre todo porque «nunca nadie en tan poco tiempo ha hecho tanto daño». Por ello, pidió a los ciudadanos que reemplacen «un liderazgo fallido por uno ejemplar, que trabaje para la sociedad», cualidades que atribuyó a Mariano Rajoy.

La secretaria general del PP quiso dejar claro, en todo caso, que su formación no tiene una varita mágica para sacar a España de la actual coyuntura y advirtió de que «vamos a necesitar mucho tiempo para recuperar el bienestar perdido», aunque huyó de dar plazos. Pero quiso mandar un mensaje de esperanza y enfatizó que la situación no es «irreversible», cuando toque. Los populares ya repiten con menos ganas la necesidad de adelantar los comicios generales.