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Una joven llena el depósito de su moto. :: ÓSCAR CHAMORRO
CONSUMO

La venta de combustible se desploma en la provincia tras las últimas subidas de precio

La gasolineras distribuyen hoy 11.000 toneladas menos que durante los meses previos al aumento de las tarifas del carburante

Elena Martos
CádizActualizado:

Reduzca la velocidad, no conduzca con las ventanillas abiertas ni ponga el aire acondicionado y, sobre todo, evite coger el coche si no es necesario. Las medidas de ahorro de combustible son ahora más populares que las recomendaciones para la cesta de la compra. Desde que a finales del año pasado se produjera la mayor subida del precio del carburante, las ventas no han dejado de resentirse. El litro de gasolina cuesta hoy un 16% más que hace un año y tal como siguen las cosas en los países árabes todo indica que no habrá alivio.

El pasado febrero, el último mes del que se disponen datos actualizados, se vendieron 54.701 toneladas en la provincia, unas 3.000 menos que en noviembre, antes de que se comenzaran los desplazamientos por el puente de la Inmaculada y la Navidad, ya para entonces llenar el depósito costaba caro. Así lo evidencian las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), que está adscrita al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y que recoge la evolución de las ventas mes a mes.

Si la comparación se hace con los periodos previos al verano, en junio se distribuían 65.540 toneladas, casi 11.000 más que en febrero. Conforme han ido creciendo las tarifas se han reducido las paradas para repostar.

La ubicación manda

El presidente de la Asociación provincial de Estaciones de Servicio en Cádiz, Ángel Zamorano, asegura que este descenso del consumo se empezó a notar desde el primer momento. El empresario diferencia entre las gasolineras de carretera y las de ciudad. La primeras son las que más han notado la caída, «ahora venden entre un 15% y un 30% menos que hace un par de años», calcula. En el caso de las estaciones urbanas, considera que el descenso es entre el 8% y el 15%. «Esa diferencia se explica fundamentalmente por el tipo de cliente: los establecimientos de carretera suelen abastecer a camiones y vehículos de transporte, mientras que los de ciudad surten a coches particulares de vecinos y turistas».

Efecto dominó. La crisis redujo el transporte, los camioneros el número de trayectos y con ello las paradas para repostar. El incremento del paro también ha supuesto una mayor conciencia a la hora de coger el coche. Unos y otros han lastrado la venta de combustible y las estaciones de servicio empiezan a resentirse. Las gasolineras gaditanas venden hoy 90.000 toneladas menos al año que antes de la crisis.

A lo largo de 2010 se distribuyeron 744.799 toneladas, un volumen que queda muy lejos de los 839.823 de 2007 (un 11,3% más), cuando se alcanzó el mayor pico. Desde entonces el negocio fue cayendo a razón de un . El descalabro llegó a lo largo de 2009 cuando las gasolineras distribuyeron en torno a 64.600 toneladas menos.

Temor al cierre

En el caso de la provincia, la quiebra de la construcción supuso el mayor mazazo para el consumo de combustible. Ángel Zamorano es propietario de tres estaciones de servicio en Jerez y explica que a finales de 2007 cada uno de sus negocios llegaba a vender unas 3.000 toneladas al año y ahora apenas rondan las 1.800. «Eso ha hecho mella en la facturación y muchos empresarios se ven obligados a buscar soluciones e incluso se plantean el cierre», recalca.

El portavoz de la asociación de gasolineras insiste en que «es más bien todo lo contrario». Este asunto siempre resulta controvertido para los que regentan este tipo de establecimientos, por eso Zamorano aclara que «el empresario no obtiene beneficios por el incremento de los precios, solo recibe una comisión fija que apenas ha aumentado en los últimos años». Por eso mismo, insiste en que lo que interesa es que haya movimiento de clientes y no una subida de las tarifas.