Esposas contra queridas
Aunque en teoría el comunismo acabó con el concubinato en China, las amantes están a la orden del día y exigen sus derechos
Actualizado:Están hartas de su confinamiento en las sombras. No quieren seguir siendo la diana en la que se afina la puntería de la crítica social. Denuncian la hipocresía de un país que las utiliza y luego reniega de ellas. Por eso, el nutrido grupo de las amantes chinas ha dicho basta. Y lo ha hecho de forma contundente: creando asociaciones y páginas web como xeixe.com, un foro de pago en el que cuentan sus historias, intercambian experiencias e información sobre su situación económica o sobre los regalos que reciben, y reivindican sus derechos.
La Alianza para la Protección de los Derechos de las Amantes de China busca combatir su imagen negativa y dotar de estatus legal a su situación. El dinero que reciben de los hombres que las mantienen, generalmente empresarios y dirigentes políticos pudientes, ya no es suficiente, dicen. «No queremos poner en tela de juicio la moral china, pero consideramos que, como seres humanos, tenemos unos derechos que se tienen que respetar», declaró al diario 'Shanghai Daily' la promotora de esta asociación, una joven de 23 años que se hace llamar 'Hermana Tres', en referencia al número que las amantes ocupan en un matrimonio.
Las 'Pequeñas Tres' incluso han establecido un día, el 3 de marzo, para celebrar algo así como 'el día de la amante'. Porque, aunque la llegada del comunismo en 1949 supuso la ilegalización del concubinato por ser considerada una práctica «propia del feudalismo» -en Hong Kong, ex coloniabritánica, no se eliminó hasta 1971-, lo cierto es que su número va en aumento junto al crecimiento económico del país.
La respuesta de las esposas despechadas no ha tardado en llegar. Además de intentar cerrar los foros en Internet, han decidido agruparse para contraatacar con fiereza. «Estas mujeres dañan la reputación del país y la institución del matrimonio», replica Zhang Yufen, una mujer de 54 años que cuando participa en foros adopta el sobrenombre de 'Asesina de Amantes'.
En el banquillo
La sangre no llega al río, pero Zhang reconoce que ha llegado incluso a desnudar a una amante en público «para ponerla en evidencia». Ahora se muestra «más cuidadosa» con sus investigaciones, que han conseguido llevar a los tribunales a once hombres que mantenían relaciones extramaritales. Aunque dice que trata de no quebrantar la ley, Zhang asegura que, gracias al chantaje que hace a un centenar de hombres de cuya infidelidad tiene pruebas físicas, éstos han decidido abandonar a sus amantes y concentrarse únicamente en sus esposas.
Obviamente, era sólo cuestión de tiempo que el enfrentamiento escapara del ciberespacio para llegar al mundo real. Sucedió en un evento, teóricamente de corte festivo, celebrado en Shanghai y en el que ambos bandos se vieron las caras. Los trapos sucios comenzaron a salir cuando una de las esposas manifestó su inquebrantable lealtad hacia su marido, un hecho que provocó sonoras carcajadas entre las amantes. A partir de aquí la tensión escaló hasta rozar la violencia física. Al final, amantes y esposas sólo se pusieron de acuerdo en un punto: los responsables no son ni unas ni otras, sino los hombres.