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MUNDO

Wikileaks prueba que hay inocentes en Guantánamo

Los documentos filtrados sacan a la luz la sistemática violación de los derechos humanos de los prisioneros

MERCEDES GALLEGO CORRESPONSAL
NUEVA YORK.Actualizado:

Desde su nueva prisión en Kansas, el soldado Bradley Manning, con la ayuda de Juliane Assange, en libertad provisional en Gran Bretaña, acaba de arrojar luz al agujero negro de Guantánamo. Según los papeles sobre la prisión que Wikileaks que ha publicado con la ayuda de varios periódicos estadounidenses, la oscura cárcel mantuvo entre rejas durante años a unos 150 presos que eran inocentes. De hecho, solo 220 de los 780 hombres que han pasado por la prisión eran realmente peligrosos. Y no es que el Gobierno de EE UU no lo supiera.

Los 700 papeles que presenta la nueva entrega de Wikileaks presuntamente habrían sido descargados por el soldado Bradley Manning en Irak directamente de las bases de datos del mismísimo Pentágono. El paquete actual incluye la versión resumida de los informes sobre los detenidos, que en el argot militar se conoce como 'Detainee assessment brief', entre los que aparecen casos que rompen el corazón.

Como el del prisionero 1051, que se identificaba solo como Sharbat, un pastor detenido cerca del lugar de una explosión que siempre negó tener idea de nada que no fuera su rebaño. Tras meses de interrogatorios los analistas de Guantánamo le dieron la razón. El hombre no tenía ni idea de los conceptos políticos más elementales ni había recibido la menor instrucción militar. Con todo, la comisión militar que revisó su caso le declaró «combatiente enemigo» y no le mandó a casa hasta 2006, tres años después de su detención.

Otros casos flagrantes son el Sami al-Hajj, un cámara de la cadena de televisión catarí Al Jazeera originario de Sudán que fue retenido durante seis meses en Guantánamo solo para cuestionarlo sobre la cadena de noticias. O el de Haji Faiz Mohammed, un hombre de 70 años que fue detenido en Afganistán y que padecía demencia senil. Según los documentos, «no se conoce razón alguna para no ser transferido de vuelta». O el de Naqib Ullah, detenido a los 14 años, pero que según los propios analistas de la prisión donde pasó un año el único motivo por el que se encontraba entre los talibanes es porque estos le habían secuestrado. La lista de injusticias es interminable.

«Guerrilleros de bajo rango»

Campesinos, taxistas, cocineros y ciudadanos ordinarios de todas las clases cayeron en las redes antiterroristas bien por error o incluso por la malintencionada ayuda de gobiernos extranjeros o conocidos que buscaban cobrar la recompensa. A esos 150 inocentes hay que sumar 380 detenidos que las propias evaluaciones de Guantánamo consideraban «guerrilleros de bajo rango». Probablemente como esos que ahora el Gobierno afgano trata de conquistar con incentivos para que se cambien de bando.

Los documentos de Wikileaks también confirman algunas de las amenazas terroristas que durante años se han considerado meros rumores. Como la posibilidad de que Al-Qaida tenga preparada un arma nuclear en algún lugar de Europa para usarla como venganza en caso de que Osama bin Laden llegue a ser detenido. También hacen referencia a los planes para introducir cianuro en los sistemas de aire acondicionado de edificios públicos de EE UU o los intentos de Al-Qaida de reclutar trabajadores del aeropuerto de Heathrow para facilitar un atentado terrorista.