El conflicto de los autobuses se desbloquea y sigue la negociación
Tras acercar posturas con el Ayuntamiento, la asamblea de trabajadores decidirá si continúa o no con los paros parciales
Actualizado: GuardarA cierre de esta edición la asamblea de los setenta trabajadores del servicio de autobuses urbanos debate si hoy continúa o no con los paros parciales que venían ejecutando a modo de protesta contra unos presuntos incumplimientos por parte del Ayuntamiento.
El alcalde, Enrique Moresco, y la concejala de medio Ambiente, área que gestiona el servicio, Blanca Merino, mantuvieron una reunión con el comité de empresa que ha supuesto un acercamiento de posturas. Ambas partes han sellado un pacto de silencio hasta que el conflicto no se resuelva definitivamente. Un acuerdo que no quiso romper el presidente del comité, Matías Gautier, quien sí señaló que existe buena voluntad por buscar soluciones y que en virtud de ello, lo más probable es que la asamblea decida mantener la suspensión de los paros a la espera de que las negociaciones avancen. Si no es así, esta mañana no habrá servicio de nueve y media a once y media.
En busca del consenso
Fuentes municipales informaron de que en la reunión, además del delegado de Comisiones Obreras en El Puerto, José Rodríguez, también estuvieron presentes los técnicos de Personal, Intervención y Secretaría. El desacuerdo, que podría provocar una huelga en Feria, radica en una serie de mejoras laborales que según los trabajadores, no han sido incluidas por parte del Ayuntamiento en el nuevo pliego de condiciones que en breve adjudicará el servicio a otra empresa.
Se trata de la reducción de 39 a 35 horas semanales, del cobro de pluses por nocturnidad, por fines de semana, etc. La concejala popular insiste en que el nuevo pliego recoge todas las mejoras que los empleados han conseguido a lo largo de los años y que estos se comprometieron en 2009 a no realizar nuevas reivindicaciones hasta finales de 2011 en un acuerdo del Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales a cambio de una subida salarial de 120 euros más al mes. A su juicio, la intención de los empleados ahora es «trabajar menos y cobrar más».