El Madrid apela a la actitud
El club blanco recuerda que el árbitro de mañana no pitó «un claro penalti» en Lyon
MADRID.Actualizado:Frente al fútbol y a la filosofía de toque del Barça, el Real Madrid apela a la actitud del equipo y al apoyo del Bernabéu en el tercer asalto del atracón de clásicos, en la ida de las semifinales de la Copa de Europa, que volverán a enfrentar a partir de mañana dos estilos contrapuestos, pero más equilibrados, ahora que los blancos han dado dos pasos adelante y los azulgrana uno atrás. Con el Madrid relanzado anímicamente y el Barcelona precavido tras la pérdida de la Copa, la apasionante y tensa batalla entre los dos colosos del fútbol español se dirime de nuevo fuera del campo.
Una vez que José Mourinho ha llevado la eliminatoria a su terreno y Pep Guardiola ha entrado en el juego, el club blanco también quiere recordar los antecedentes del árbitro que dirigirá el partido de ida. No será portugués, sino alemán, porque la UEFA ha designado a Wolfgang Stark, que en Lyon, en la ida de octavos en Gerland, «dejó de señalar un claro penalti a favor del Real Madrid», según se encargó de destacar ayer la página web del club, en referencia a una mano de Gourcuff cuando el marcador, que acabó con 1-1, aún reflejaba un empate sin goles.
La guerra entre Madrid y Barça se recrudece con declaraciones cruzadas, intimidaciones al árbitro y discrepancias sobre el papel de favorito que Guardiola ha concedido al eterno rival, para restar presión a su equipo, aunque los blancos rechazan esa condición. Las excusas de Mourinho ahora son de Guardiola. Hasta Johan Cruyff, el mismo que la pasada semana definió al luso como «un entrenador de títulos, no de fútbol», también dio ayer un palo al técnico azulgrana: «Puestos a preocuparse, no hacerlo por quién pitará, por si el césped estará alto. Puestos a preocuparse, hazlo para que haya profundidad». También Sergio Ramos ha protestado por la actitud de Guardiola. «Que se critique una decisión correcta del árbitro es lo último», apuntó el defensa sevillano en alusión a las palabras del técnico catalán por el gol anulado a Pedro en la final de Copa, «por dos centímetros y con la excelente vista del asistente (de Undiano Mallenco)».
Mourinho y los suyos ya tienen la eliminatoria europea donde querían, y con la historia también del lado del Madrid, ya que las dos anteriores veces que los blancos se han enfrentado a los azulgrana en las semifinales de la gran competición han salido victoriosos. Y después han ganado la Copa de Europa. En la temporada 1959-60, con la ida, como ahora, en el Bernabéu (3-1), y en la 2001-2002, cuando la 'novena', aunque entonces el primer encuentro fue en el Camp Nou (0-2). A dos partidos este Barça tiene ventaja, pero el hecho de que el Real Madrid reciba primero al enemigo parece no ser un problema para Mourinho, un especialista en eliminatorias a quien se le da incluso mejor arrancar en casa que fuera, con el recuerdo cercano del 3-1 del Inter al Barça en San Siro de la pasada temporada. Entonces los azulgrana también eran superiores a los 'neroazzurri', y aunque los blancos han demostrado tener potentes armas y disponen ahora de mayor fuerza mental, conscientes de la distancia que aún les separa del Barça recurren a la épica que les valió para el 1-1 liguero y el 0-1 copero de Mestalla. Contra el juego culé, destrucción, agresividad y casta, y la afición de las noches mágicas.
«Que no haya teatro»
«La respuesta del público para nosotros es fundamental y esperamos un Bernabéu que envuelva a su equipo, que anime hasta el último minuto y que no tenga la menor duda de que el equipo se va a dejar el alma en el campo», promete Sergio Ramos. El sevillano que repetirá en el centro de la zaga junto a Albiol, porque Carvalho está sancionado, insiste en que los seguidores «son los que realmente tienen que meter el primer gol».
El vestuario, en palabras de Sergio Ramos a los medios oficiales del club, «está más unido que nunca», y ahora se proclama que las claves del reciente éxito del equipo, de haber llegado, no solo a competir, sino a doblegar al 'invencible' Barça, son «la sencillez, la humildad y el trabajo, los valores que hay que tener presentes». Y con Mourinho, artífice del cambio de mentalidad y del espíritu de sacrificio del Madrid, como «capitán del barco» y «sus ideas muy claras». «Si algo tiene el míster es que no cambia su filosofía, su estilo, sus costumbres», reconoce el defensa andaluz al referirse al entrenador de un grupo que por segundo día consecutivo entrenó a puerta cerrada y continúa preparando su planteamiento de destrucción para el choque de mañana, aunque en esta ocasión son cuatro los madridistas que se perderían la vuelta del Camp Nou si ven una amarilla: Cristiano, Albiol, Di María y el propio Ramos. «Lo que más me gustaría es que fuese un partido limpio, sano, deportivo, que no haya teatro, que tengamos un árbitro que ni beneficie ni perjudique a nadie», apuntó el sevillano.