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El Cádiz B dejó prácticamente atada la permanencia en el décimo de los grupos de Tercera División y lo hizo a base de buen juego, calidad y un contragolpe mortífero. A falta de tres jornadas para la finalización de la Liga, el filial cadista no falló en su feudo y selló la teórica tranquilidad al doblegar con una rotunda manita a Los Palacios (5-1), conjunto que, aunque lejos del estadio Marismas no suele mostrar sus mejores credenciales, llegaba a tierras gaditanas con los deberes cumplidos.

Sea como fuere, la contienda no empezó nada bien para el conjunto amarillo. Bien es cierto que el primero en avisar fue el local Chiqui Reyes con un buen lanzamiento desde la frontal del área, pero el conjunto palaciego golpeó con más fuerza. No se había llegado al décimo minuto del partido y Jaime impuso su corpulencia en el punto de penalti para rematar con la testa un buen saque de esquina de Miguel Ángel (este último ya había avisado en el minuto cuatro). Juanfer, que ayer regresaba al marco, nada pudo hacer y los fantasmas del descenso se presentaban en El Rosal.

Sin embargo, los pupilos de Carrillo no se amilanaron y cogieron el timón. A partir de ese momento, el filial gaditano empezó a buscar la meta de Guisado y en poco tiempo cambió el panorama. Allá por el minuto 20, la precipitación de los hispalenses propició un robo de balón del Cádiz B, que enarboló una magnífica jugada. Ésta terminó de la mejor manera posible: en el fondo de las mallas. Fran se encargó se empujar a puerta vacía un pase de la muerte de Rubén Pérez, que se había encargado de driblar al portero visitante.

Ocho minutos más tarde pudo llegar el segundo gol de los gaditanos, pero la fortuna se alió con el equipo de Antonio Gil, ya que el balón se estrelló primero en un palo y, posteriormente, en el larguero. Poco después, tampoco pudo Rubén Pérez superar al cancerbero sevillano (31'), pero tanto fue el cántaro a la fuente que Álvaro López lo rompió. El centrocampista anotó el segundo gol tras una buena jugada de estrategia que inició Dieguito (36').

Contragolpes de bella factura

La segunda mitad comenzó con dominio de Los Palacios. Eso sí, y salvo dos ocasiones de los centrales Sito y Curro, los intentos visitantes fueron resueltos por la ordenada zaga amarilla. Hasta que apareció la calidad del filial, que hizo que los contragolpes fueran auténticas obras de arte. En primer lugar con una magnífica definición de Diego (66'), un poco después con una gran jugada de tiralíneas que remachó Rubén Díaz sin oposición (73') y, para finalizar, con una jugada de bella factura que comenzó con un robo de balón del incansable Rubén Pérez, que, tras regatear a Guisado, completó una gran acción colectiva. Mejor imposible.