Imponer moralidad
Actualizado:Creen algunos que sólo son peligrosos para la libertad los islamistas radicales porque quieren controlar la sociedad con las leyes religiosas. Obvian que dentro de la propia Europa existen otros radicales vestidos de negro que intentan imponer su moral. Y les quedan pocos ámbitos de poder; uno es el impedir casarse a su personal, algo tan humano como el amor conyugal no está tolerado en la religión del amor, es curioso; otro es impedir el acceso de la mujer al mercado de trabajo. Si le dieran hoy el poder que perdieron, los ciudadanos nos veríamos sin métodos anticonceptivos en las farmacias; no podríamos casarnos sin invocar a espíritus; no podríamos divorciarnos; no podríamos escuchar música en Semana Santa o comer carne en Cuaresma; no podríamos acceder a la medicina genética ni a la fecundación in vitro; diríamos adiós al arte que pudiera ser blasfemo... Lo que no podríamos hacer es justo lo que no pudieron hacer los librepensadores que nos precedieron y que acabaron en manos de laInquisición.