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Bombas en el campo de juego escocés
La rivalidad entre el Celtic y los Rangers trasciende la cancha y pone de manifiesto la guerra sectaria entre católicos y protestantes
LONDRES. Actualizado: GuardarLa policía escocesa informó ayer que está llevando a cabo una intensa investigación para desvelar quién ha enviado en los últimos días tres bombas al entrenador del equipo de fútbol Celtic de Glasgow, a una diputada del Parlamento autonómico que ha mostrado su apoyo al club y al abogado del entrenador, que criticó duramente a la federación en un pleito disciplinario. Es el último incidente en una larga cadena de enfrentamientos violentos y altercados menores que tienen su origen en la identificación del Celtic con la comunidad de origen irlandés y en la rivalidad con el otro gran club de Glasgow, el Rangers, que se asocia a la comunidad protestante, probritánica y autóctona. Ambos clubes juegan un partido el próximo domingo.
Es un conflicto en el que todos se sienten víctimas. La directiva del Rangers ha mostrado su rabia porque la Unión Europea de Federaciones de Fútbol (UEFA) ha abierto una investigación sobre los cánticos de sus hinchas en un partido reciente contra el equipo holandés, PSV Eindhoven. El grupo Fútbol Contra el Racismo en Europa denunció a la UEFA los cantos de los hinchas. Una de las canciones entonadas por los seguidores de los Rangers fue: «¡Oh! No al papa de Roma/ no a las capillas que entristecen mis ojos/ no a las monjas, no a los curas/ no cuentas de rosarios/ cada día es el doce de julio/ Que se j... el papa». Los tribunales escoceses han prohibido una canción que entonaban los hinchas protestantes en la que, evocando la gran hambruna irlandesa del siglo XIX, califican a los católicos de ladrones o violadores de sus hijos y les exigen, puesto que ya ha terminado el hambre en su isla, que regresen a su casa.
El Celtic fue formado por un cura marista, el hermano Walfrid, irlandés, que creó en el este de Glasgow un club que, a diferencia de sus rivales, ha contado en sus filas desde sus orígenes con futbolistas protestantes. Pero los hinchas cantan el himno irlandés o baladas asociadas a los rebeldes fenianos o a la historia del IRA.