Los rebeldes preparan la defensa en el este a la espera de nuevas armas
EL CAIRO.Actualizado:La guerra libia se pone cada vez más difícil para los rebeldes, en cuyas filas se evidenciaba ayer una vez más la incapacidad para mantener las posiciones sin la ayuda la OTAN. Los insurgentes preparaban minas anticarro en los accesos y barricadas en las calles para combatir a las tropas de Gadafi en Adjabiya, el frente oriental desde el que el sábado parecieron avanzar hacia el enclave petrolero de Brega, pero que ayer por la tarde tenía ya a los hombres del coronel a 20 kilómetros.
Las peticiones de auxilio eran explícitas en Adjabiya. «Armas, armas modernas... si las tuviésemos podríamos avanzar», reclamaba el sublevado Emtar el-Farjany en declaraciones a Reuters, y desesperadas en el peor infierno de lo que va de crisis, el de Misrata.
Human Rights Watch ha documentado 16 muertos desde el pasado 14 de abril, día en que las fuerzas de Gadafi iniciaron el lanzamiento indiscriminado de cohetes Grad, a un centenar por jornada el sábado y el domingo. Los Grad, pero también morteros y un fuego imponente de la artillería pesada castigan cada vez desde más cerca. En palabras del secretario del British International Development, Andrew Mitchell, el «riesgo es terrible» en el puerto, donde miles de trabajadores extranjeros se agolpan expuestos a los ataques «sin camino alguno para salir».
El ministro británico de Cooperación Internacional, Andrew Mitchell, comunicó ayer a la ONU que Reino Unido prepara la evacuación por barco de 5.000 trabajadores extranjeros atrapados en Misrata.