Vuelta a la cruda realidad

Una dolorosa derrota ante el Real Valladolid que nos devuelve a la cruda realidad. Así nos hemos quedado todos, jugadores, directivos, aficionados y medios de comunicación tras perder el último tren de los ‘play off’ de ascenso a Primera División. Y eso que se cogió en su hora, con sus paradas adecuadas, pero descarriló en el tramo final del partido ante otro recién descendido que sí ha manejado bien sus paradas y que llega con muchas fuerzas para tener opciones de ascenso.

El nuevo tropiezo saca a la luz las enormes carencias del club azulino, y no lo digo ni pretendo ensañarme con los futbolistas, que creo que demuestran coraje y ganas para sacar adelante la situación, si no por los estamentos institucionales. Parece que somos una marioneta en manos de los que mueven todo esto del fútbol. Primero fueron los numerosos encuentros en viernes en Chapín, seguido de unos arbitrajes calamitosos y continuando con otras pésimas decisiones de los trencillas inexplicables, de consecuencias que este sábado ante el Albacete podremos valorar.

Lo que está claro es que estamos donde siempre, en la cruda realidad y ahora mismo en terreno de nadie, sin que haya nadie que pueda dar un puñetazo sobre la mesa. Solo un milagro podría hacernos soñar con la disputa de la liguilla de ascenso, aunque mucho me temo que ya se piensa en la nueva temporada. Sin duda, la mejor noticia que pudimos conocer ayer fue la renovación de Emilio Viqueira por una temporada más, algo que ya se conocía, pero que no terminaba de hacerse oficial. Al menos cordura para la parcela deportiva y tiempo para armar un nuevo equipo para la próxima campaña. La base está puesta con algunos jugadores, a los que se unen los que han firmado hace pocas semanas. Ahora, el ‘mago’ deberá buscar la fórmula para descartar a los que no están dando el nivel, ya saben, para tampoco volver a caer en la cruda realidad.