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Hamilton levanta el trofeo que lo acredita como campeón del Gran Premio de China celebrado el pasado fin de semana en Shanghai. :: EFE
Deportes/Motor

McLaren culmina su metamorfosis

Hamilton frena la hegemonía de Vettel tras una gran carrera en Shanghai

JORIS FIORITI
SHANGHAI (CHINA).Actualizado:

Tras disparar las alarmas con resultados muy negativos en los ensayos de pretemporada, McLaren ha experimentado una metamorfosis impresionante en las últimas semanas, que permitió su victoria el domingo en China de la mano de Lewis Hamilton. La ascensión de la escudería de Woking (Inglaterra) recuerda por momentos al cuento de hadas vivido por Brawn GP en 2009.

La escudería heredera entonces de Honda F1, comprada por una libra esterlina simbólica al constructor japonés por su ex director de equipo Ross Brawn, parecía resignada a los últimos puestos, pero hizo valer sus mejoras técnicas y al final de la temporada fue la campeona, de la mano de Jenson Button.

El piloto británico se fue tras aquel éxito a McLaren y quedó quinto de la general del Mundial en 2010, un puesto por detrás de Hamilton, en un año dominado por Red Bull y el alemán Sebastian Vettel. McLaren, herido en su orgullo, prometió vengarse. El monoplaza británico para 2011 generó pronto mucha inquietud. El MP4-26, poco fiable y a menudo con problemas mecánicos, «no podía dar más de 20 vueltas» sin averiarse, recuerda frecuentemente Hamilton. «Era un desastre», sentenció el domingo tras ganar en Shanghai. «Nuestras ambiciones en lo referente a la filosofía del coche habían superado a nuestras capacidades. Decidimos cambiar», afirmó el viernes el director del equipo, Martin Whitmarsh.

En 2011, la superioridad de Red Bull había quedado clara en las dos primeras carreras del año, en Australia y Malasia, donde Vettel fue el vencedor. Hamilton había sido segundo en la carrera australiana, pero lejos de Vettel. Y en Malasia fue Button quien quedó en el segundo puesto.

Todo parecía indicar que el domingo en China se iba a repetir la tendencia, después de que Vettel superara en siete décimas al primer McLaren en las clasificaciones del sábado. Pero todo cambió en la carrera. Hamilton adelantó a Vettel a cuatro vueltas para el final y terminó frenando su hegemonía e introduciendo un atractivo extra a un Mundial que iba camino de convertirse en un monólogo del defensor del título.

Ferrari, a rebufo

«Me siento muy orgulloso. Este gran premio es una de mis tres victorias más bonitas. Está en lo más alto, junto a mis éxitos en Silverstone y Mónaco en 2008», explicó más tarde Hamilton, campeón del mundo en 2008. «Existo, vivo, respiro para ganar. Me gusta ganar y no podría estar más feliz», apuntó el inglés.

La metamorfosis de McLaren ya es un hecho y el equipo quiere ser una máquina de ganar para reconquistar el título frente a un Red Bull que ha empezado a dar muestras de vulnerabilidad. En el reto de equipos también se ha destacado la progresión experimentada por McLaren.

En Ferrari, Fernando Alonso, séptimo en China, admitió que la 'Scuderia' estaba estancada en este momento, mientras otros rivales sí habían conseguido introducir notables mejoras en sus coches. «No vamos a bajar la cabeza o a perder la confianza. Sabemos que tenemos que mejorar para estar arriba. McLaren y Mercedes han conseguido hacerlo», dijo el asturiano, ex compañero de Hamilton en McLaren-Mercedes en 2007. La próxima cita de la Fórmula Uno llevará a los pilotos hasta Estambul, donde se disputará el Gran Premio de Turquía en el primer fin de semana de mayo.