Un gol de penalti de Rossi da los tres puntos al Villarreal
CÁDIZ.Actualizado:Se nota que ya se termina la Liga y el margen de error cada vez es menor. Si no que se lo digan a Juan Carlos Garrido, que tuvo que sufrir lo indecible para superar al Zaragoza en un partido trabado y bastante duro.
Un gol de penalti transformado por Rossi dio tres puntos vitalles al Submarino Amarillo, que de esta forma abre más la brecha en la cuarta plaza con respecto a Sevilla y Athletic, que también luchan por entrar en la Liga de Campeones.
Y eso que fueron los amarillos los que llevaron el peso del partido y disfrutaron de las mejores ocasiones. Javier Aguirre, a sabiendas de la calidad del rival que tenía por delante, apostó por un planteamiento ultradefensivo en el inició y plantó sobre el césped una defensa de cinco hombres, formada por Bertolo, Da Silva, N'Daw, Lanzaro y Diogo. La apuesta le salió bien durante la primera parte y la mitad de la segunda, ya que el Villarreal no encontró el camino del gol con facilidad, y siempre que lo vislumbraba se topaba con un genial Toni Doblas. El guardameta sevillano hizo paradas para enmarcar, como la que le sacó a Rossi a los nueve minutos en un uno contra uno en el que su pie evitó que la contienda se convirtiera en una fiesta para los de casa antes de la cuenta.
Cazorla, poco después, también tuvo la oportunidad de poner por delante a los de Garrido, pero su disparo tras rechace de Doblas se fue algo desviado.
Pero no estaba el Zaragoza para dejarse intimidar, y a la primera que pudo le metió el susto en el cuerpo a la parroquia castellonense con un uno contra uno de Uche que respondió a la perfección Diego López para salvar a los suyos.
Con otro disparo del nigeriano sin peligro de por medio, Nilmar respondió a la ofensiva zaragocista en otro mano a mano con el inconmensurable Doblas, que atajó el lanzamiento del brasileño, que se había escorado más de la cuenta.
Tanto a Rossi como a Nilmar les sacó sendos lanzamientos claros antes de que se llegara al descanso. Después, pareció que la tónica iba a ser la misma, pero el Villarreal sabía que no podía hacer concesiones en este tramo de campeonato y decidió lanzarse a por el partido.
Y en estas, una gran jugada de Rossi acabó en un penalti cometido por Ponzio, que el mismo delantero italiano se encargó de transformar para poner por delante a los suyos, tanto que a la postre sería el único y definitivo. Desde ese momento, Aguirre cambió el planteamiento, pero el Zatagoza sufre mucho con un marcador adverso y no pudo hacer nada para contrarrestarlo.