«No es lógico que Zapatero se reúna con unos empresarios elegidos»

Jesús Terciado, líder de Cepyme, está convencido de que la crisis actual marcará el fin de una era y el comienzo de otra. Considera que, en el pasado, las cosas no se hicieron bien y las reformas actuales deben servir para salir con más fuerza de esta adversa situación.

-¿Qué espera del acuerdo de negociación colectiva?

-Los temas exclusivos del proceso están muy hablados, conocemos bien las posiciones de cada interlocutor y hay un principio de acuerdo, pero no está para cerrarse. Hay que acabar con la lacra del absentismo, utilizar la herramienta de las mutuas y evitar la excesiva judicialización de la relación laboral, con comisiones paritarias o arbitrajes. Hay que hablar sobre contratos temporales, formativos o en prácticas para acabar con el desempleo juvenil y femenino. Mientras en otros países existen contratos parciales (que permiten trabajar la mitad de la jornada o el 30%), en España no se dan porque este tipo de contrato es muy rígido.

-¿Qué ha cambiado en el último año en la relación entre los agentes sociales?

-Desde mayo de 2010, el Gobierno y los sindicatos (convencidos por el fracaso de la huelga del 29-S) han entrado en la dinámica de la negociación de reformas estructurales. Además, los empresarios teníamos un presidente que entró en una fase muy complicada y sus problemas personales entorpecían la situación. La llegada de Joan Rosell, su capacidad de negociación o la presencia de una nueva cara también han ayudado. Eso no significa que sea blando o que firme cualquier cosa.

-¿Considera que hay que ligar los salarios a la productividad?

-Cuanta mayor productividad tenga un trabajador, más dinero merece ganar. El IPC no debe ser una referencia exclusiva en el incremento de los salarios. Desde ahora deberían actuar la moderación salarial y la productividad para mejorar la capacidad adquisitiva de los sueldos.

-¿Qué habría que hacer para que el crédito llegue a las pymes?

-La falta de liquidez es el problema fundamental de las pymes. La pérdida de solvencia de las entidades financieras les ha restado capacidad de crédito y la poca que tenían se la han llevado las instituciones públicas y las grandes empresas. Ahora mismo, el que pide un crédito tiene que demostrar que puede devolverlo, lo tiene que garantizar con su patrimonio y luego pagarlo a un precio que a veces roza la usura. Es preciso exigir que, cuando una entidad financiera es ayudada con dinero público, lo tiene que dedicar a dar créditos, no a hacer reestructuraciones, despidos y pagar indemnizaciones multimillonarias, porque así el dinero sigue estancado y no ayuda al crecimiento.

-¿Funciona la línea ICO-directo para empresas que no consiguen financiación de bancos y cajas?

-El precio de las líneas ICO sigue siendo muy caro. El sistema financiero es el que tiene que resolver esa situación y el parche del ICO solamente a alguna empresa le puede servir de algo.

-¿Cómo se podría restaurar la confianza en la economía española para que se recupere el consumo?

-Haciendo reformas, reconduciendo la situación, abordando los problemas que hay encima de la mesa, presentando soluciones y siendo dinámico en el ejercicio del Gobierno. Se ha fallado en el diagnóstico, el pronóstico y las medidas tomadas. Ahora nos enteramos que José Luis Rodríguez Zapatero no se presentará en 2012, pero no sabemos si convocará elecciones anticipadas o no, ni quién será su sustituto.

-En este asunto, ¿cuál hubiese sido la solución?

-Si el propio presidente no hubiese hablado de este tema hace unos meses, no hubiera estado todo el mundo pendiente de su decisión.

-¿Reivindica la presencia de Cepyme en la reunión de Zapatero con los empresarios?

-No me parece lógico que el presidente del Gobierno convoque a unos empresarios elegidos para plantearles sus proyectos. Las empresas tienen una representación institucional que son CEOE y Cepyme, donde están todos agrupados.

-¿Cómo se puede combatir el paro juvenil?

-Proponemos un contrato fácil para entrar y fácil de salir. El trabajador puede estar unos meses trabajando, no cobrará el subsidio de desempleo, cotizará a la Seguridad Social y no estará en el mercado de trabajo sumergido.

-Pero ¿qué tipo de adaptación?

-Reducción de jornada, de horarios, adaptación a los festivos, en movilidad funcional. No es eliminar los derechos de los trabajadores, como repiten los sindicatos, se trata de garantizar la viabilidad de los puestos de trabajo y de la propia empresa.

-¿Va a haber un cambio de mentalidad empresarial en la salida de la crisis?

-Hasta ahora vivíamos en un mundo irreal en el que el dinero era barato, fácil y se vendía cualquier cosa que pusieses en el mercado a cualquier precio. Tenemos que ser más competitivos, pero sin perder la calidad, porque el consumidor nunca pierde la costumbre de exigirla.

-¿Qué medidas debería adoptar el Gobierno?

-La consolidación fiscal. El proyecto para 2011-2012 plantea crecer a final de periodo a un ritmo del 3,5%, aproximadamente. El problema que tenemos ahora mismo es que no se están cumpliendo las estimaciones de un crecimiento del 1,3% con una cifra de empleo del 18,5% para este año. Nos da miedo que al no cumplirse esas previsiones de ingresos por no alcanzar la cifra de crecimiento haya que hacer más recortes o incluso una subida de impuestos. Tampoco sabemos cómo va a afectar la crisis del norte de África, la crisis nuclear de Japón o el precio del petróleo. El crudo a unos 130 dólares durante tanto tiempo nos puede perjudicar.