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El principio del fin
El Xerez pierde en Valladolid con un polémico gol y se queda a siete puntos del 'play off' de ascenso a Primera División; Los azulinos no hicieron un buen partido pese al cambio de sistema e independientemente del nefasto arbitraje
Actualizado: GuardarEl principio del fin aparece en el horizonte azulino por culpa de otra derrota más. Esta vez llegó en Pucela, ante un Valladolid que no demostró nada del otro mundo, pero que sí tiene fe y puso muchas ganas de pelear por meterse en la lucha por el 'play off' para regresar a la máxima categoría del fútbol nacional. Puede que las matemáticas mantengan vivas las esperanzas del Xerez Club Deportivo, pero en el deporte del balón Pitágoras tiene un papel secundario y el juego que realizan los azulinos está muy lejos de merecer nada.
Ayer la sensaciones en Zorrilla volvieron a ser malas, tristes, escasas para un equipo al que todavía se le llena la boca con palabras como ilusión o pelea, pero la realidad es que el Xerez volvió a dejar un capítulo más de esa medianía que se ha quedado hospedada en el equipo que entrena Javi López. Es cierto que el árbitro tuvo una tarde nefasta y que Lesma López no hizo méritos más que para que lo manden directamente a Tercera División, pero lo peor es que el Deportivo tampoco mereció mucho más, pues el colegiado madrileño no hizo más que devolver al final al Valladolid lo que le había quitado en la primera parte, pues Raúl Llorente realizó un claro penalti en el tramo final de la primera parte que solo el trencilla pasó por alto. El lateral izquierdo se lanzó con el brazo en alto e impidió que el lanzamiento de Nauzet llegara a portería. La infracción fue evidente e incluso podría haber sido expulsado, pero Lesma López dejó con vida a un Xerez que supo aprovechar un tremendo error de Javi Jiménez. Héctor Font metió un balón al área desde el costado izquierdo para que Lombán lo peinara y superara al portero local, que literalmente salió a por uvas. Se quedó en medio de la nada, muy lejos del balón y totalmente fuera de su marco.
Los azulinos se ponían por delante sin hacer demasiado. La primera parte había sido igualada, pues las mejores ocasiones cayeron del lado de los xerecistas pero los vallisoletanos se impusieron abrumadoramente en cuanto a la posesión. El cambio de sistema de Javi López sirvió a medias, pues es cierto que Cordero tenía más libertad y por tanto más llegada, pero el 'trivote' no evitó que fuera el Valladolid el que se adueñara del esférico.
Rafa Barber fue el encargado de realizar el trabajo sucio y se colocó unos metros por delante de los centrales. Font, en teoría, era el encargado de iniciar las jugadas xerecistas, pero la falta de precisión en las combinaciones desmoronó una y otra vez los intentos xerecistas. Por la izquierda apareció Capdevila, pero llegó poco a línea de fondo. En uno de sus contados centros, Bermejo tuvo una buena oportunidad, pero su cabezazo pegó en un defensa. Por la derecha aparecía José Mari, pero el sevillano ya no es el de la primera parte de la Liga. O las lesiones o el agotamiento físico de un futbolista veterano como el punta azulino le están pasando factura y ya no tiene la determinación ofensiva que mostró en la primera mitad del campeonato.
Remontada local
Lo cierto es que el 0-1 no sirvió para que el Xerez se asentará. Todo lo contrario. El Valladolid apretó a medida que se restaban minutos y terminó con casi el 70% de la posesión, con el Deportivo metido en su área y con Chema tratando de perder tiempo para conservar un punto que tampoco llevaba a nada a los azulinos. El empate no tardó en llegar, pues la defensa tampoco tuvo un gran día.
Nauzet, el hombre más peligroso de los pucelanos, controló un esférico a la espalda de Gioda, recortó a Chema y puso el empate en el marcador. Casi no lo celebró. Tenía prisa y fue rápido a por el balón. El Valladolid quería ganar, jugaba a otro ritmo, sin excesivo fútbol pero con otra intensidad bien distinta. Aquel gol fue el principio del fin, pues luego el Xerez se fue desmoronando, perdiendo jugadores casi al mismo tiempo que se quedaba sin opciones de llevarse nada de Pucela.
Y es que el conjunto jerezano acabó con tres jugadores menos sobre el campo, sin delegado y sin fisioterapeuta. El primero en abandonar el campo fue un José Vega que continúa inmerso en un tremendo calvario. El jerezano se estrenaba en un desplazamiento esta temporada y tuvo sus minutos, pero fueron de agonía, pues entró en el 70' y lo expulsaron tontamente en el 82' por doble amarilla. Los xerecistas comenzaron a desquiciarse. Y el árbitro también, pues no vio la clara falta de Nauzet que precedió al gol del triunfo del Valladolid. Incisivo, punzante e intenso, el media punta pucelano fue con todo a robarle la bola a Llorente sin que Lesma López viera nada. Dejó seguir y Nauzet asistió a Javi Guerra para que la empujara en el segundo palo y tras un afortunado rebote.
Ahí no acabó la cosa, pues el Xerez comenzó a despedirse de sus ilusiones de forma trágica. Bermejo también fue expulsado por doble amarilla tras simular penalti y Mendoza, con dos cartulinas seguidas, por protestar al árbitro sin darse cuenta de que de nada valdría, pues el sueño ya queda demasiado lejos y difícilmente se recortarán los siete puntos que ahora separan a los azulinos del 'play off'.