ALESTIS Y EL FUTURO
Actualizado:Alestis, el grupo aeronáutico presidido por la Junta de Andalucía, a través de la Agencia IDEA (antiguo IFA), pide tiempo para consolidarse como Tier 1, o proveedor de primer nivel de Airbus, mientras le crecen los enanos en la Bahía. Eso pasa, claro, cuando la política interfiere la marcha normal de un proyecto empresarial. El compromiso de contratación de ex trabajadores de Delphi, un marrón que el Gobierno andaluz afrontó como pudo (y pudo mal) en vísperas de las anteriores elecciones generales, termina por pasarle factura en un momento de nuevo pre-electoral y la fábrica comienza su andadura convertida en noticia por malas noticias: un ERE antes de empezar a producir, huelga convocada, barricadas en llamas, manifestaciones, reuniones con instituciones, bronca, asalto de instalaciones... toda esa parafernalia laboral que aquí parece que no conseguimos superar y que nunca se atajará mientras dé resultados. La enseñanza es clara. Si todos los trabajadores que van al paro prendieran neumáticos estaríamos aviados.
La política también fue decisiva en la construcción de la nave que la empresa tiene en el Río San Pedro, en las puertas mismas de la factoría deslocalizada de Delphi. Quizá en su momento fue un buen golpe de efecto poner la primera piedra, verla levantada en tiempo récord, pero el paso de los meses sin actividad ha dado pie a una incertidumbre justificada acerca de la solvencia del proyecto, acostumbrados como por desgracia estamos a demasiadas iniciativas que no son más que una versión más o menos depurada del «toma el dinero y corre». La fábrica está vacía, como pudimos comprobar en el vídeo que los trabajadores grabaron en su interior. Aunque la compañía hacía ver que todo iba sobre ruedas, apalabraba la visita a la nave y aseguraba que empezar a producir era inminente, el absoluto vacío de los 19.530 metros cuadrados siembra legítimas dudas de que vaya a ser así. La culpa parece ser en buena parte del retraso del programa de A350, pero las expectativas que había creado, por la necesidad de rentabilidad de imagen política, juegan en contra de la credibilidad de los mensajes. La industria aeronáutica es suficientemente compleja, sus tiempos y su tecnología, la necesidad de un utillaje específico para fabricar los componentes de un avión nuevo son lo bastante dificultosos para explicar un retraso que se agrega a la confusa situación del sector, entre rumores de fusiones y compras. En ambientes económicos y políticos se espera una posible ampliación de capital, una tercera, o vía préstamo participativo, a la que tendría que acudir en solitario la Junta de Andalucía, en medio de un tenso marco de negociaciones entre los socios, con las cajas de ahorro imposibilitadas de entrar por su mala situación. No hay otras empresas dispuestas a participar, a lo que parece, mientras IDEA, en el ojo del huracán por la investigación judicial sobre los ERE, con las arcas públicas muy mermadas, se vería forzada a entrar muy a su pesar también por razones políticas, es decir por la inminencia de las elecciones. Así, a trancas y barrancas, nos va.