En estado de alerta. La falta de patrocinadores dispuestos a invertir en las actividades que se celebrarán en Cádiz durante 2012 es la principal preocupación de un Consorcio que también se tiene que enfrentar a la inestabilidad institucional. :: MIGUEL GÓMEZ
bicentenario

La Pepa, con el agua al cuello

El éxito o el fracaso del Bicentenario depende de la respuesta urgente de los patrocinadoresLa falta de inversiones públicas y privadas tiene en jaque al Consorcio del Bicentenario

Antonio M. de la Vega Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Se acaba el tiempo. El 2012 ha dejado de ser ese horizonte tras el que todos esperaban ver el cofre del tesoro para ser el invitado inesperado que pilla con la casa sin barrer. A pocos meses del comienzo de la celebración casi todo lo que gira en torno a la misma genera incertidumbre. El Oratorio de San Felipe estará rehabilitado, sí, también el Castillo de San Sebastián, pero... ¿qué habrá más allá del ladrillo?

Las distintas administraciones están elaborando su programa de actos. Se han cerrado ya algunas exposiciones o congresos. El tándem Estado-Ayuntamiento de Cádiz ha conseguido confirmar la celebración en la ciudad de grandes eventos como la Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica y la Capitalidad Cultural Iberoamericana, pero si la ciudad quiere obtener la proyección que ofrecen estos eventos, debe ofrecer algo único a los millones de visitantes potenciales. Ahí es donde juega un papel fundamental el Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812, la institución a través de la cual debe gestionarse el grueso de actos de la efemérides. Para eso se creó.

El problema es que el Consorcio lleva luchando contra los elementos prácticamente desde que se creó. El baile de nombres al frente de su gestión ha impedido que el trabajo realizado tenga estabilidad y continuidad. Nada hay que decir del esfuerzo realizado por el equipo técnico, que aún en los momentos más complicados ha seguido trabajando en unos proyectos que ni siquiera saben si podrán sacar del armario. El problema ha estado en los puestos donde se toman las decisiones y se marcan las líneas de actuación. Gaspar Zarrías fue el primer presidente del Consorcio, siendo sustituido por Luis Pizarro cuando el primero dio el salto a la política nacional. Con la llegada a la presidencia del exconsejero de Gobernación y Justicia el Consorcio recibió un importante espaldarazo. Pizarro ha sido el impulsor de muchos de los proyectos que están sobre la mesa, pero su dimisión en el Gobierno andaluz ha tenido como efecto colateral su salida del Bicentenario.

En el otro puesto de máxima responsabilidad en la entidad, el de gerente, también ha habido problemas. Primero María Luisa García Juárez tuvo que abandonarlo por enfermedad, y luego Gabriel Almagro dejó el cargo tras ser cesado como delegado del Gobierno en la provincia.

Un mes clave

Debido a todo esto, justo ahora, en el momento más inoportuno se produce el que se espera sea el último cambio en el organigrama del Consorcio con la llegada a la presidencia de Francisco Menacho, que en cuestión de días debe nombrar al nuevo gerente. Una de las grandes preocupaciones en el Consorcio es saber si Menacho mantendrá la misma línea y, sobre todo, la misma implicación de Pizarro. Hay una máxima clara: «No hay tiempo para cambiar nada, lo que hay que intentar es que salga todo lo que ya ha empezado a plantearse». Si algo se tiene por seguro es que lo que no esté cerrado en junio, se quedará en el tintero.

Al menos, Menacho ya ha anunciado que el nuevo gerente estará dedicado al Consorcio «a tiempo completo», lo que ya supondrá un alivio para el resto del equipo.

Pero la buena voluntad, la predisposición, la implicación, incluso las grandes ideas, no servirán de nada si no hay dinero para hacerlas realidad, y a día de hoy, la hucha está casi vacía. Cuando se pregunta en el Consorcio por el presupuesto con que se cuenta para llevar a cabo los proyectos, sus responsables dan la callada por respuesta. En la Junta de Andalucía dicen que aún está por cerrarse, igual que en el Gobierno central, donde se explica que «es difícil saberlo, porque hay partidas que dependen de diferentes ministerios». En las otras administraciones que conforman el Consorcio, Ayuntamiento de Cádiz, de San Fernando y Diputación, tampoco salen las cuentas. En el caso del Consistorio gaditano, más volcado en su propia concejalía que en el Consorcio, la aportación a la bolsa común ha quedado prácticamente paralizada. Eso, por no hablar del de San Fernando. Una vez pasada su gran fecha, el 2010, con más pena que gloria, poco le queda por aportar a una celebración en la que la ciudad ha tenido una presencia muy pobre. Por último, desde la Oficina del Doce de la Diputación, se explica que «no hay capítulo de inversiones». Se está trabajando en diferentes programas relacionados con el Bicentenario a través de distintas aéreas de la institución provincial, pero su aportación está siendo principalmente a nivel de recursos humanos.

No hay que olvidar que la conmemoración del Bicentenario cuenta con una Comisión Nacional presidida por el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. Estamos hablando pues de una cuestión de Estado. En estas circunstancias debería ser una sociedad gubernamental como es Acción Cultural Española (ACE), la que financie al menos el 50% de las actuaciones. Hasta ahora, su apuesta por Cádiz se ha traducido en el ciclo de conciertos 'Tiempo de cambios', y la organización de un par de exposiciones y algún congreso. Tampoco la ACE tiene claro cómo afrontar la celebración y cuál va a ser su aportación.

En el entorno del Consorcio se considera que el agravio comparativo es evidente. Un evento que aún no está ni tan siquiera cerrado, como la posible Capitalidad Cultural Europea de San Sebastián en 2016, cuenta ya con un compromiso de inversión de más de 60 millones de euros en caso de salir elegida. Este por no hablar de otros casos en los que sí ha habido una fuerte apuesta correspondiente a un proyecto de Estado como debe ser considerado el Doce.

Así las cosas, y sabiendo que las instituciones públicas disponen de poco efectivo -de nada sirven a estas alturas los compromisos económicos que no sean inmediatos-, la única esperanza es que los inversores privados apuesten por la celebración gaditana. A fecha de hoy, el Consorcio ha logrado cerrar 8 acuerdos de patrocinio, que suman en total 7.650.000 euros, sin contar el impacto que pueda generar la imagen del Bicentenario en los diferentes productos o campañas publicitarias de las empresas.

Problemas legales

Sin duda, la falta de patrocinadores es el principal problema que se plantea ahora mismo en el Consorcio. El equipo de la entidad considera que el nuevo presidente y el gerente tienen que echar el resto en la búsqueda de empresas interesadas en colaborar. El reto es doble, por un lado está la omnipresente crisis que todo lo ensombrece, y por otro, el cambio en la ley que regula las exenciones fiscales por patrocinio, que ha eliminado ciertas ventajas económicas para las empresas que invierten en eventos de primer nivel como la conmemoración del Bicentenario, que tiene consideración de acontecimiento de excepcional interés público.

Hasta ahora, cada euro invertido por un empresa en patrocinar un evento de este calibre tenía un retorno del 90% en exenciones fiscales. Antes de la reinterpretación de la ley por parte del Parlamento, esta medida se aplicaba a todos los aspectos del patrocinio, incluidos los gastos publicitarios, pero ahora el reembolso se produce solo cuando el dinero se dedica a actividades concretas. «Este es el gran problema que está impidiendo al llegada de nuevos patrocinadores», se reconoce desde el Consorcio.

Las comparaciones son odiosas pero, en este caso, contundentes. Otro evento de «excepcional interés público» como fue la Expo de Zaragoza en 2008 logró atraer, solo con compromisos de patrocinadores, cifras que rondan los doscientos millones de euros, aparte de las aportaciones de las administraciones públicas. En este caso, el acontecimiento consiguió seis 'socios' que aportaron un mínimo de seis millones de euros cada uno, 21 'patrocinadores' que realizaron una inversión mínima en la Expo de dos millones, 27 empresas 'amigas' que aportaron 100.000 euros, y la cobertura de 11 medios patrocinadores. En la misma línea ha conseguido importantes apoyos la fundación que organiza la regata Barcelona World Race, con tres patrocinadores principales del nivel de Estrella Damm, Renault y Johnson&Johnson, 21 colaboradores oficiales, 10 medios colaboradores, 8 suministradores de tecnología y hasta un centro médico oficial. Eso sí, este evento fue el último que se pudo acoger a las ventajas de la Ley de Régimen Fiscal antes de ser modificada.

Visto lo visto, y pasando por encima de los problemas económicos que puedan tener las empresas, algo falla en el Consorcio. O la celebración de los 200 años de La Pepa no genera suficiente interés en los inversores o el trabajo de captación no se ha hecho de manera eficiente.

A esto, hay que sumar otro problema de índole económica, y es que el concierto de la MTV celebrado el pasado mes de octubre en San Fernando no cubrió las expectativas y aún se arrastra un déficit derivado del mismo de 700.000 euros.

Proyectos hay y se siguen trabajando: el Galeón La Pepa, ciclos de conciertos, las Tertulias de La Pepa, exposiciones, congresos, eventos teatrales, etc., todo a expensas de recibir financiación que lo haga posible y evite que el Bicentenario pase por Cádiz sin dejar huella.

La entidad financiera andaluza acordó aportar esta cantidad en cuatro anualidades.

La caja, ahora integrada en Banca Cívica, también ha dividido en cuatro pagos su aportación.

Además de la inversión económica, incluye la imagen de 'La Pepa' en sus campañas publicitarias.

La compañía petrolera española aporta esta cantidad para actividades culturales y sociales.

Esta empresa andaluza comprometió esta cantidad a pagar en tres años.

Además de la inversión económica, aportará bebidas al evento y ha creado la crema 'La Pepa'.

La compañía cervecera acordó con el Consorcio que incluirá su logotipo en 22 millones de latas, carteles y anuncios y respaldará distintas actividades.

La LOE ya ha celebrado un sorteo de la Lotería Nacional en Cádiz y celebrará otros dos el año que viene. Ha lanzado cupones con la imagen de la efemérides que se han vendido en todo el país.