José Luis Rodríguez Zapatero saluda, ayer, al presidente chino, Hu Jintao. :: C. MOYA / EFE
Economia

Zapatero compara a España con un poderoso trasatlántico

El Gobierno rectifica y atribuye a «un error» la noticia de que un fondo chino ofrecía 9.300 millones para capitalizar las cajas de ahorros

SANYA. Actualizado: Guardar
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Desde que se hundió el Titanic, hoy hace 99 años, la idea de que pueda haber naves indestructibles ha perdido mucha fuerza, pero José Luis Rodríguez Zapatero aún considera válidas las metáforas marinas. El presidente del Gobierno, de gira por Asia a la caza de inversores, se lanzó ayer con el símil y afirmó que aunque haya atravesado por un momento de dificultades, España seguirá navegando con fortaleza. «Es un poderoso trasatlántico; estad tranquilos», dijo con rotundidad.

No fue una licencia destinada a embaucar a los inversores radicados en Singapur, sino un intento de conquistar al grupo de españoles residentes en la pequeña ciudad-estado y gran plaza financiera, con quienes celebró un encuentro pocos minutos después. Quizá porque un impulso interno hizo aflorar el optimismo que siempre le caracterizó. «Llevo dos años dando malas noticias...», dijo en un desahogo.

En todo caso, también ante los representantes de los principales fondos de inversión y fondos soberanos con sede en el país asiático se empleó con ganas. En apenas dos días el jefe del Ejecutivo se ha topado con un informe del Fondo Monetario Internacional que sostiene que España no podrá cumplir sus previsiones de déficit si no emprende más ajustes, y con unas previsiones del plantel de analistas para la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) mucho más pesimistas que las del Gobierno. Y los potenciales inversores querían explicaciones.

No se salió del guion. Recordó una vez más que se produjo una gran batalla entre el FMI y su equipo económico a cuenta de las expectativas de crecimiento y que el tiempo terminó por dar la razón a España. «Nosotros tenemos nuestros datos (un crecimiento del 1,3% para este año) y creemos en ellos», aseguró a las preguntas de los interesados, según fuentes gubernamentales.

En principio, según las citadas fuentes, hay ya un par de fondos soberanos singapurenses interesados en invertir en España pero aún están recabando datos. El Ejecutivo se cuidó mucho esta vez de dar nombres y cifras para evitar malentendidos que dañen las eventuales operaciones. Después de haber desvelado que la Corporación de Inversiones de China maneja un fondo de unos 9.300 millones de euros con vistas a entrar en el sector financiero español, se vio ayer obligado a matizar los datos. La entidad pública negó que esa información tuviera fundamento. Y en Moncloa se apresuraron a admitir que había habido un error al adjudicarle el proyecto y que, a pesar de que en el encuentro de Zapatero con representantes de entidades financieras chinas se barajaron cifras, es pronto aún para «entrar en detalles», dado que los eventuales planes de inversión están aún en fase de estudio. En resumidas cuentas, que España pecó de indiscreta.

Nada de eso es óbice, no obstante, para dar por bueno que efectivamente habrá una operación de calado en relación con las cajas. Lo dijo el viceprimer ministro de esta dictadura comunista, y segunda economía mundial, Li Kequiang, el pasado lunes: comprarán más deuda y que capitalizarán entidades inmersas en el proceso de reestructuración bancaria.

«Sin marcha atrás»

Las intenciones de los fondos de Singapur, otra dictadura a la que Zapatero ha ido a pedir apoyo financiero, está menos clara. Sobre todo, porque España acaba de empezar a trabajarse las relaciones bilaterales con su Gobierno, cosa que no sucede con China. Probablemente, por eso la docena de inversores que ayer se entrevistaron con el jefe del Ejecutivo español lo bombardearon a preguntas. Y no preguntas inocuas. Él mismo se confesó sorprendido del elevado conocimiento que mostraron de los datos económicos.

Entre los asistentes hubo quien hizo una pregunta para nota: «¿Pueden los cambios políticos poner en cuestión las reformas?». Zapatero, que hace tan sólo diez días anunció que no repetirá como candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno y apostó por un proceso de primarias para elegir a su relevo evitó entrar en honduras; dio por hecho que lo que en realidad se le preguntaba era qué pasara si el PP gana las elecciones generales y respondió que nada. «No hay marcha atrás», garantizó. «Las reformas están apoyadas en una mayoría amplia y lo que falta -prometió- se hará antes de un año».