¿Copia o tendencia?

Su azote no es Rania, sino doña Sofía, que es una dura competidora. En el subconsciente, los españoles la comparamos con nuestra reina, que siempre está estupenda. Además, no la debemos medir con Rania porque no desarrollan el mismo papel. Quizás dentro de veinte años podamos calibrar mejor». La opinión de Patrycia Centeno, directora de Política y Moda, poco tiene que ver con la del historiador Fernando Gracia, autor de varios libros sobre los herederos, incluido el de 'Carla Bruni eclipsó a Letizia', referente al duelo que libraron en la visita de los Sarkozy a España. «Ha habido una evolución, pero el papel que representa está tan preparado que pasa de puntillas en los actos. Rania le gana en belleza y conocimientos», sentencia el autor.

Entre las mejores 'agujas' del país, es misión imposible encontrar una crítica a su mejor embajadora. Da igual que se le pinche un poco al presidente del colectivo, Modesto Lomba, que a Lorenzo Caprile, el que la vistió de reina con un impresionante drapeado de fuego cuando todavía era la prometida, que a su Felipe Varela de cabecera. «Es una mujer moderna, elegante e inteligente, que no le hace falta imitar a nadie». Como Rania.