Bolíbar Piñeiro asume el mando de la Flota como un «sueño y un reto»

Aún no ha pasado el periodo de prueba pero el buque 'Juan Carlos I' ya ha sido escenario de la despedida de un almirante de la flota y de la llegada de un nuevo. Ayer volvió a salir a navegar por aguas de la Bahía de Cádiz para acoger la ceremonia de la toma de mando de Santiago Bolíbar Piñeiro. Aunque el navío partió del muelle de la Base Naval de Rota a las 9.00 horas no fue hasta las 11.00 horas cuando llegó el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), Manuel Rebollo, que llegó en helicóptero, cuando comenzó la ceremonia. Una ceremonia que según afirmó el propio Rebollo, puede contribuir a que al ejército se le siga llamando «inmovilista» o «nos digan que nos apegamos a ellas». Pero para el Ajema, no dejan de ser «fórmulas sencillas a pesar de estar sancionadas por años de historia».

Tras jurar su cargo y lealtad al Rey y a la Constitución, el nuevo almirante de la Flota, Santiago Bolíbar Piñeiro, agradeció a todos los presentes su presencia. Para Bolíbar, este nuevo destino colma todas sus aspiraciones profesionales. «Es un acto transcendental tanto a nivel profesional y personal», añadió. El nuevo almirante valoró que el acto tuviera lugar en el 'Juan Carlos I', un buque «ligado a mi anterior destino».

Sobre su nuevo cometido señaló que es «todo un sueño y todo un reto». Entre los objetivos que se ha marcado dentro de su nuevo cargo, se encuentra el de mantener el nivel que dejó su antecesor, Juan Carlos Muñoz-Delgado Díaz del Río. «Sois la expresión de una demanda obligada y justa», les dijo a los presentes. Antes de finalizar, Bolíbar Piñeiro tuvo unas palabras para los 9 buques y 2 contingentes que se encuentran fuera de España. «Espero que sepan que al menos mi espíritu está con ellos y que les tengo envidia sana» por estar navegando.