Zapatero arranca a China un mensaje de confianza en la economía española
El gigante asiático se compromete a comprar aún más deuda y a inyectar dinero en las cajas de ahorros
PEKÍN.Actualizado:El primer objetivo del viaje de José Luis Rodríguez Zapatero a China ya está en marcha. El gigante asiático se comprometió ayer a seguir comprando deuda española y a respaldar el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros. La cantidad que se destinará a esas dos operaciones está aún por determinar, pero su mero anuncio sirvió al presidente del Gobierno para defender en el exterior la credibilidad de sus planes de reforma y la potencialidad de la economía española.
Apenas un día después de que el Fondo Monetario Internacional echara un jarro de agua fría sobre las expectativas de crecimiento y pronosticara que España no logrará reducir el déficit a un 3% en 2013 sin nuevas medidas de ajuste, el apoyo de la segunda potencia mundial llegó como caído del cielo. «Nos congratulamos de los grandes éxitos que han logrado su país y su pueblo para sobreponerse a las dificultades causadas por la crisis financiera -dijo el viceprimer ministro chino, Li Kequiang, en su recibimiento al jefe del Ejecutivo-. Estamos llenos de confianza sobre las opciones de crecimiento que logrará España en su futuro próximo».
No es la primera vez que Zapatero persigue y logra un espaldarazo de este tipo. De hecho, la búsqueda de apoyos financieros se ha convertido en una de sus prioridades para lo que queda de legislatura, según afirman fuentes de la Moncloa ; un empeño ligado a su anhelo de poder ser recordado en un futuro próximo, y cuando el período de turbulencias haya quedado atrás, como el presidente del Gobierno que se enfrentó a la más dura crisis y la toreó.
Algo así como el Adolfo Suárez de la política económica. Sus esfuerzos en este sentido ya cobraron cuerpo el pasado septiembre, cuando se embarcó en un 'roadshow' para convencer a ejecutivos y gestores de los principales fondos de inversión con sede en Nueva York de la solvencia española.
En marzo regresó de Catar y Emiratos Árabes con el compromiso de las autoridades cataríes de destinar 300 millones de euros a la capitalización de cajas, una operación que aún no se ha cerrado pero que, según fuentes de la Moncloa, revertirá en dos entidades concretas, e inversiones por más de 3.000 millones de euros.
China tiene para España una importancia singular. Es ya la segunda economía del mundo, en 2010 creció por encima del 10%, es uno de los principales tenedores de deuda española -se calcula que posee el 20% de la deuda en manos extranjeras y alrededor del 12,5% del total- y aún hay muchas posibilidades de negocio por explotar. Por eso la inyección de confianza del viceprimer ministro Li, llamado a convertirse en jefe del Gobierno en 2013, fue recibida con alharacas por la delegación del Ejecutivo español.
Buena impresión
Li afirmó haber quedado «muy impresionado» en su reciente visita a España por las medidas de consolidación adoptadas. Ya entonces, en enero, anunció su disposición a comprar 6.000 millones de euros de deuda. Ahora ese compromiso, en ejecución, según fuentes gubernamentales, se amplía con más compras e inversiones en infraestructuras, en aeropuertos pendientes de privatización y en las cajas. A principios de año el secretario general de Presidencia, Bernardino León, viajó a Pekín para explicar el proceso de reestructuración del sector financiero y una «misión técnica» del gigante asiático se desplazó a España para analizar el mercado, pero dado que la operación aún no se ha cerrado las partes son renuentes a hacer público dónde ha puesto China sus ojos y cuánto está dispuesta a desembolsar.
Al margen de la deuda, la visita de Zapatero a Pekín servirá también para sellar hoy siete acuerdos que afectan a empresas españolas en distintos sectores: el Santander, Gamesa, Ringo, Indra y el Grupo Antolín. Representantes de todas ellas, así como de firmas que ya tienen presencia en el país, entre ellas, Nutrexpa, Grupo Mondragón y Alsa, participaron en la cena que ofreció el viceprimer ministro Li al jefe del Ejecutivo español.