Valeriano Gómez espera que esta semana acabe la negociación colectiva
Aunque ha advertido de que la inclusión de nuevos temas, como el absentismo laboral, añade complicaciones y más «tiempo de negociación»
MADRID Actualizado: GuardarEl ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha expresado hoy su deseo de que la discusión de la reforma de la negociación colectiva pueda terminarse esta semana, aunque ha precisado que no hay una fecha "fija". Lo ha hecho en declaraciones a la prensa y tras participar en una jornada sobre competitividad europea. Gómez ha explicado que la negociación entre la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT va a "buen ritmo" y está en la "fase final".
Sin embargo, ha advertido de que la inclusión de nuevos asuntos, como el absentismo laboral, añade complicaciones, así como más "tiempo de negociación". Por ello, ha pedido que se les deje trabajar con la "tranquilidad necesaria" y se ha mostrado convencido de que el resultado de la negociación será "positivo".
Por otra parte, el ministro ha señalado que si los agentes sociales se ponen finalmente de acuerdo, el Gobierno podría avanzar con ellos los planes de reforma comprometidos en el Pacto por el Euro y llevar al Consejo de Ministros del viernes el plan que permitirá que aflore el empleo irregular. Tal y como ha recordado el ministro, el Gobierno está esperando a que haya consenso entre la CEOE y los sindicatos CCOO y UGT para pactar con ellos dicho plan contra la economía sumergida.
En su intervención en el XXII Seminario permanente de administración y economía pública, Gómez se ha dedicado a analizar el modelo de fijación salarial que existe en España y que, considera, ha funcionado "razonablemente bien", porque se ha basado en la moderación de las retribuciones. No obstante, ha asegurado que hay esfuerzos "adicionales" a hacer y que se centran en la "necesidad" de adaptar los márgenes empresariales a la situación de crisis para así poder reducir el diferencial de precios que existe con los países del centro de la Unión Europea.
En su opinión, gran parte de ese diferencial se explica por los beneficios que obtienen empresas de sectores como el de servicios que operan en un entorno sin competencia exterior, y no por la presión que puedan ejercer al alza los salarios sobre el IPC. A pesar de la alabanza a la moderación salarial que están llevando a cabo sindicatos y empresarios, ha indicado que las subidas retributivas tienen que respetar la competitividad y la productividad de las empresas.
Moderación salarial para todos
En otro orden de cosas, durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso, el ministro de Trabajo también ha asegurado que la moderación salarial es "fundamental" para recuperar la combatividad de la economía y "reabsorber" el desempleo, por lo que se trata de un esfuerzo que debe ser "compartido por todos", desde los trabajadores a los empresarios, los autónomos e incluso los pensionistas.
Asimismo, ha asegurado que pedir moderación salarial no implica reducir el poder adquisitivo, sino que las subidas de sueldo no agoten el margen de productividad en un momento de crisis, y ha pedido "objetividad y ponderación" sobre todo a las minorías de la izquierda parlamentaria. "Lo progresista debe de ser primero realista", ha remarcado.