A semifinales sin despeinarse
El argentino y una gran actuación de Valdés en momentos puntuales le bastan a los de Guardiola para evitar sorpresas en Donetsk El Barça ya piensa en el Madrid tras ganar con el gol 48 de Messi en este curso
Actualizado:Alinear a Messi es una garantía de tranquilidad. El Barça llegó a Donetsk con más de medio billete para su cuarta semifinal de la Liga de Campeones consecutiva en el bolsillo tras el 5-1 de la ida, pero había que adquirir la porción restante ante un Shakhtar que arrancó con fe en la remontada. Víctor Valdés, impresionante, se encargó de enfriar el ánimo ucraniano inicial con paradas de gran mérito y Messi acabó con cualquier atisbo de emoción antes del descanso logrando su gol 48 de la temporada, récord personal y de la historia del Barça.
Los catalanes cumplieron todos los objetivos marcados en la previa. Se clasificaron con la ley del mínimo esfuerzo, no sufrieron lesiones, volvieron a ganar y dejaron su sello de equipo extraordinario. Con el balón como aliado resulta mucho más fácil frenar primero la salida en tromba del rival, templar después el partido, más tarde romperlo con otro gran gol de la 'Pulga' y después mantener la renta. El Shakhtar llegaba más bien poco y, cuando lo hacía, Valdés se mostraba inexpugnable. Guardiola siempre dejó claro que Pinto será su portero titular en la final de Copa pero, visto lo visto, será una decisión arriesgada.
Pese a la goleada de la ida, el técnico culé no reservó a ningún jugador pensando en el clásico del Santiago Bernabéu. La suplencia de Pedro entraba dentro de la lógica porque todavía no ha sido titular desde que reapareció tras una molesta pubalgia que no acaba de desaparecer. Con Iniesta sancionado, Bojan y Puyol lesionados y Abidal convaleciente, la única cara nueva fue la de Afellay, que arrancó como falso extremo zurdo. Más sorprendente el replanteamiento defensivo, con Mascherano de central junto a Piqué, con lo que Sergio Busquets recuperó plaza en el pivote defensivo.
El Shakhtar Donetsk arrancó fuerte, con el ánimo de dar una alegría a los 52.000 espectadores que llenaron el Donbass Arena y, por qué no, con la voluntad de aprovechar la posible relajación azulgrana para meterse en la eliminatoria con algún gol madrugador. Y casi le sale bien el plan a Mircea Lucescu pese a las bajas en defensa de tres titulares como Srna, Chygrynskiy y Rat. Como en la ida, las primeras ocasiones, y bastante claras, fueron del equipo ucraniano. Pero también como en el Camp Nou, Valdés demostró su extraordinario momento de forma con un par de intervenciones sublimes, especialmente la primera mano que sacó para desviar el disparo a bocajarro de Douglas Costa, uno de los talentosos brasileños del Shakhtar, como Jadson, que también puso en aprietos en dos ocasiones al guardameta azulgrana. También lo intentó Luiz Adriano, pero en esta eliminatoria le ha fallado la puntería de forma estrepitosa.
Primeros avisos
El Barça no despertó hasta pasado el minuto 20, cuando Xavi pudo encontrar su sitio en el campo y Messi comenzó a aparecer más por la zona de creación que por la del remate. Con el argentino casi como un centrocampista más, el balón ya circuló de bota en bota azulgrana y las ocasiones se sucedieron hasta el descanso. Adriano y Afellay rozaron el gol en buenas acciones individuales, pero tuvo que ser Messi quien pusiera las cosas en su sitio en el minuto 43 al rematar raso y colocado un servicio de Dani Alves.
Con el 0-1, la segunda parte perdió casi todo su interés. Valdés prosiguió con su exhibición desviando otro remate cercano de Mkhitaryan. Afellay y Pedro, que entró para coger ritmo competitivo, perdonaron claras ocasiones y el resultado ya no se movió. Xavi, Piqué y Villa pudieron descansar en los minutos de la basura. Messi, con todo decidido, acabó jugando los 90 minutos pese a los cuatro clásicos que se avecinan, siempre que el Madrid tampoco falle ante el Tottenham. Para el argentino, competir es el mejor entrenamiento, el método preferido para mantenerse a punto en lo físico y en lo mental. Es un animal.