Bosco: «Me siento ofendido por el señor Meléndez, las conformidades son válidas»
CÁDIZ.Actualizado:A diferencia de la películas de tribunales, en la vida real pocas veces los abogados se levantan al grito de ¡protesto! Pero ayer se pudo ver la escena en el juicio del 'caso Karlos', en un enfrentamiento dialéctico entre el fiscal, Juan Bosco, y el abogado de la defensa, Felipe Meléndez, a causa de los acuerdos de conformidad a los que podrían acogerse algunos de los acusados. Fue el momento de mayor tensión dentro de la Audiencia (nada comparable a la que había fuera, claro).
El día anterior, Meléndez (cuyo cliente no quiere conformarse) había calificado de «un hecho de suma gravedad» este tipo de acuerdos, y pidió que fueran anulados por el tribunal por «violar su derecho a tutela efectiva». Y es que, el trato no sólo incluye que los acusados acepten su culpabilidad, sino que según denunció, «deben incriminar al resto de los procesados, a cambio de una pena menor».
«Quiero manifestar mi completa repulsa, pues no estoy dispuesto a que se ponga en duda la actuación del fiscal», le contestó ayer Juan Bosco, que se tomó la acusación de Meléndez como un asunto de honor profesional. Entonces el abogado protestó: el lunes el presidente del tribunal, Manuel Grosso, le había interrumpido y le dijo que no tocara el asunto de los acuerdos porque no era una cuestión previa. Si a él no le dejaba, ¿por qué al fiscal sí?
Solución salomónica
Grosso tomó una medida salomónica y permitió a Juan Bosco que diera su parecer, pero le pidió que fuera «breve» para no hablar más que Meléndez. El fiscal fue parco, pero vehemente: «Soy especialmente sensible con este asunto; ya le dije que me siento ofendido y me sigo sintiendo ofendido por el señor Meléndez. Las conformidades son legales» de acuerdo a los pactos entre el Colegio Nacional de Abogados y la Fiscalía General del Estado.
Efectivamente, el fiscal había dicho poco antes que le habían «ofendido» las declaraciones de las defensas del día anterior, que criticaron que en este caso se trata de «lograr la verdad a cualquier precio», con escuchas telefónicas que rebasarían la legalidad y la Constitución.
«No aceptamos, cordialmente, que nos digan que amparaos cualquier ilegalidad para obtener una condena», había dicho el fiscal al comienzo del juicio, con esa educación que suele moderar el enojo en los juicios. «En ningún caso se ha querido tomar medios de prueba de manera ilegal» continuó y recordó que la función de los fiscales les exige «velar porque las pruebas se hagan con criterio escrupuloso».
Cuando el fiscal terminó su intervención y el tribunal mandó un receso, Felipe Meléndez se acercó al escaño de Juan Bosco para aclarar su protesta y mantuvieron una conversación de apenas unos segundos. Sin duda, el abogado mantendrá -si el juicio continúa- sus pretensiones de que los acuerdos no se lleven a cabo, pues sería su cliente Francisco Casto Pérez Lara el objetivo de todas las inculpaciones.
De los quince acusados que se han interesados por la conformidad el fiscal tendría previsto interrogar a siete. Sin embargo, los acuerdos no se formalizarán hasta el final, en el mes de junio.