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Antoñito y Cordero se disponen a sacar del centro del campo tras uno de los tes tantos logrado ayer por el Betis en Chapín. :: JUAN CARLOS CORCHADO
xerez 2-3 betis

Diez minutos fatales

El Xerez planta cara al Betis en un partido dominado por el equipo de Pepe Mel; Rubén Castro, Jonathan Pereira y Emaná remontaron el tanto inicial de Leandro Gioda

BORJA FERNÁNDEZ bfernandez@lavozdigital.es
JEREZActualizado:

Diez minutos. 600 segundos, lo que se tarda en tomar un café rápido o fumarse un cigarro. Esos diez minutos fueron los que ayer separaron al Xerez de pensar más en la obligación de la permanencia que en la somnolencia prácticamente del ascenso. Los 'play off' quedan ya muy lejos y mucho se tendrá que pensar en esos diez minutos, los que fueron desde el gol de Leandro Gioda al de Emaná. Del tanto de la posible victoria azulina al del camerunés matando prácticamente el partido. Porque no se puede llegar vivo al tramo final del partido y dejar que una pájara eche por tierra todo lo trabajado durante la semana.

Y eso que el partido comenzó vibrante, con toma y daca en unos primeros minutos que contaban con un Betis muy dominante, que quería tener el balón, ante un Xerez muy bien ordenado en defensa. Hacía tiempo que Javi López no apostaba por un clásico 4-4-2 con dos extremos naturales como Capdevila y Pablo Redondo. Buscaba el Deportivo la velocidad y el desborda por las alas, buscando una grieta en el bien tratado sistema de Pepe Mel, con dos laterales muy ofensivos y unos atacantes rápidos e incidentes. Tal vez se echaba en falta la velocidad de Óscar Díaz, al que dejó fuera López para meter la referencia en ataque de Mario Bermejo. Hasta cinco variantes tuvo que hacer el míster del Xerez para recibir al Betis.

Había que agradecer que los entrenadores apostaran por jugar sin pelotazos, ya que se vivió en Chapín posiblemente la mejor primera parte de la temporada con muchas ocasiones para ambos bandos. Fue Emaná el primero en dar el susto a los cuatro minutos con remate que se marcha alto cuando Chema ya estaba vencido. Sin tiempo para reaccionar, los azulinos mostraban sus credenciales a través de un remate elevado de José Mari, solo ante Casto. Unos minutos muy locos, donde el Betis pidió penalti al entender que Redondo había despejado una clara ocasión de gol con la mano desde el suelo. A partir de ahí, el Xerez optó por el lanzamiento lejano, con dos ocasiones consecutivas que acabó despejando Casto.

Pero con la batalla del centro del campo perdida era complicado que los de López pudieran darle una mordida al Betis. Los de Mel tienen la historia bien aprendida, juegan de memoria y solo una diligente defensa impedía que los heliopolitanos se pusieran por delante. Porque Mendoza, Moreno, Leandro y Redondo se marcaron una primera parte de campeonato, aguantando como podían las embestidas béticas, los arranques de un equipo que entró pronto al trapo xerecista.

Si la gasolina aguantaba el Deportivo podía tener la oportunidad de arañar algo más que un punto. El primero en quedarse en reserva fue Bermejo, que en el descanso dejó su sitio a Antoñito tras 45 minutos en el olvido, tan solo disfrutando del sol en Chapín.

Una variación que dio más madurez al conjunto azulino en la segunda mitad, con más cabeza a la hora de atacar, aunque ante un Betis que miraba ya el reloj, la cuenta atrás necesaria para que el ascenso directo no se escape. Pero entre el querer y el poder hay un mundo, y más cuando es el cuadro heliopolitano el que está enfrente. Los de Mel iban a por los puntos y los de López aguantaban como podían, repeliendo con criterio en defensa, pero sin ideas en ataque. Lo pasaba mal el Xerez ante la presión verdiblanca, que lo intentaba desde lejos a través de Emaná, que se encontró con la mejor versión de Chema. Y cosas del Xerez, cuando más agua llegaba al cuello llegó el primer gol de la tarde. Leandro remataba al segundo palo un saque de esquino. Error, diría más de uno. Despertó a la bestia y relajó a los locales. Tras el gol del argentino, el Betis fue a por todas y en menos de diez minutos le dio la vuelta al marcador con goles de Rubén Castro y Pereira, los dos entrando en el segundo palo.

Cuenta atrás

Por lo tanto, comenzaba ahora una alocada carrera hacia la remontada con las mimbres que había en el campo ni más ni menos. Alocada, porque sin cabeza llegó el tercer tanto del conjunto de Pepe Mel, obra de un Emaná que si ha estado lesionado esta semana no lo parecía en absoluto. Todo parecía decantado para los béticos, pero José Mari aprovechó una mala salida de Casto para ponerle emoción al respetable con el 2-3. Algo inesperado que sacó la casta de un Xerez que se puso en superioridad en los últimos minutos al ser expulsado Pereira por agresión a Redondo. Ingredientes para la heroica, la que rozó Leandro Gioda casi en el 90'. El argentino se colocó de delantero centro y se plantó solo ante Casto, aunque entre el meta bético y el poste impidieron el empate. Tal vez hubiera sido injusto en cuanto al global, pero el xerecismo ayer se merecía esa alegría.