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MUNDO

Fugas radiactivas en otra central nuclear agudizan el drama de Japón

PABLO M. DÍEZ ENVIADO ESPECIAL
SENDAI.Actualizado:

Con la pesadilla de Fukushima aún amenazando al mundo, el potente terremoto del jueves por la noche provocó nuevas fugas radiactivas en otra central nuclear de la costa noreste de Japón. En la planta atómica de Onagawa, ubicada en la castigada prefectura de Miyagi, aparecieron filtraciones en sus tres reactores. El agua rebosó de las piscinas donde se almacena el combustible usado, altamente radiactivo. Aunque su temperatura aumentó, los reactores están apagados desde el terremoto y el tsunami de hace un mes, que golpeó a la central con una ola de trece metros.

«Hemos detectado un pequeño aumento de la radiación dentro del edificio del reactor y estamos intentando encontrar las fugas», anunció ayer la empresa que gestiona la central, Tohoku Electric, que aseguró que «no ha habido cambios en la radiactividad fuera del reactor». Según la compañía, dos de las tres líneas eléctricas que refrigeran los reactores se averiaron con el temblor, pero las piscinas de combustible se enfriaron con el sistema que funciona y además hay un generador de emergencia.

Este nuevo percance añade aún más incertidumbre a la dramática situación que vive el noreste de Japón, donde el seísmo de 7,1 grados dejó cuatro muertos, más de 130 heridos, cuantiosos daños materiales por destrozos, incendios y escapes de gas y cuatro millones de casas sin electricidad. Anoche, ya solo quedaba medio millón de hogares a oscuras, pero el temblor ha vuelto a entorpecer la lenta vuelta a la normalidad tras el tsunami.