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La OTAN, en la defensa de Misrata
La Alianza rechaza las críticas de los sublevados y remarca que bombardea a las fuerzas gadafistas a un «ritmo implacable»
BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa OTAN rechazó ayer de forma contundente las críticas vertidas por los rebeldes libios. La Alianza subrayó que mantiene un «ritmo implacable» de bombardeos contra las posiciones de las tropas leales a Muamar Gadafi. En un intento por calmar a los opositores al dictador, el organismo militar remarcó que el objetivo principal de sus esfuerzos es proteger Misrata, la única ciudad del oeste del país que todavía está en manos de los insurgentes.
Las explicaciones de la Alianza llegaron horas después de que el jefe militar rebelde, Abdelfatah Yunes, acusara a los aliados de dejar morir a los civiles en el prolongado cerco de Misrata. «Si esperan otra semana más no habrá nada en la ciudad. Será un crimen que la OTAN deberá cargar sobre sus espaldas», censuró. La tercera urbe más poblada de Libia, que antes del levantamiento contaba con medio millón de habitantes, lleva semanas aguantando el acoso de las tropas gadafistas sin apenas un momento de tregua.
Los sublevados recobraron la esperanza de liberar Misrata cuando la coalición internacional inició los bombardeos a mediados del mes pasado. Gadafi, sin embargo, comprendió desde el primer momento que la estratégica ciudad, ubicada a sólo 200 kilómetros de Trípoli, no podía quedar en manos de los insurgentes si quería sentirse a salvo en la capital. Por ello, puso en marcha un sitio que ha desembocado en enfrentamientos urbanos casi calle por calle.
La OTAN, que siempre ha considerado vital defender Misrata por la elevada amenaza para los civiles, tiene graves problemas para repeler los ataques de Gadafi porque sus fuerzas ya están dentro de la ciudad. En estas circunstancias, los bombardeos resultan mucho más peligrosos y la Alianza quiere evitar cualquier error para que la operación no se vuelva en su contra. Además, las fuerzas del dictador han sabido sacar partido a su situación y utilizan tanto francotiradores como escudos humanos para dificultar las incursiones aéreas de los aliados.
Refuerzos británicos
Pese a las crecientes dificultades que afronta la OTAN, la queja de los insurgentes parece haber tenido algún efecto. La RAF británica anunció ayer que reforzará la capacidad ofensiva de los aliados con otros cuatro cazas Typhoon. Hasta ahora, estos aviones se dedicaban exclusivamente a hacer cumplir la zona de exclusión aérea, una medida que ya está bajo control desde hace semanas. Con esta nueva aportación, Londres busca apuntalar las opciones operativas en la misión una vez que Estados Unidos ha dado un paso atrás.
La Unión Europea también parece haber escuchado el último SOS de los rebeldes. Bruselas remarcó ayer que tiene todo preparada para asistir a la población de Misrata a través de un despliegue militar humanitario.
Los responsables comunitarios precisaron que están a la espera de que Naciones Unidas solicite formalmente su implicación para ponerse en marcha. La misión europea, que fue aprobada el pasado viernes, incluye la posibilidad de desplegar soldados en suelo libio, pero únicamente para tareas de asistencia a los civiles.