López Gil alerta de que los problemas de climatización en la piscina pueden afectar a la salud de los usuarios
Exige que el Ayuntamiento lleve a cabo una prueba para detectar el nivel de cloro ambiental
San Fernando Actualizado: GuardarUna vez más la situación de la ciudad obliga a la intervención de la oposición municipal. En este caso los socialistas a través de su portavoz en el Ayuntamiento y candidato a la Alcaldía, Fernando López Gil, exigió la solución al problema detectado en la piscina municipal de La Magdalena.
López Gil explicó que las personas usuarias de esta instalación pública llevan meses denunciando la baja temperatura del agua, cuestión que impide el normal desarrollo de la práctica deportiva. El nivel de indignación llegó a su límite el pasado lunes cuando un grupo de afectados se vio obligado a manifestarse a las puertas de la piscina y denunciar así la pasividad de las autoridades municipales ante las reiteradas quejas por la situación que sufren estas instalaciones.
Ahora tras conocer la justificación dada a este problema por el concejal de Deportes, el andalucista Manuel Prado, y que achaca de la situación de la piscina a la Delegación de Salud de la Junta de Andalucía, el alcaldable socialista también quiso aclarar algunos aspectos de la misma.
López Gil recuerda que la temperatura del agua de una piscina cubierta deberá encontrarse entre los 24 y los 30 grados centígrados, según dicta el artículo 24 del Reglamento Sanitario de Piscinas de Uso Colectivo (Decreto 23/1999) de la Junta de Andalucía. "Si Prado garantiza que la temperatura del agua en La Magdalena está a 28 grados, comprobamos que la legislación permite que aún se aumente en dos grados más", apuntó.
No obstante López Gil cree que la clave real del problema es otra con origen en la climatización del recinto de la piscina cubierta. Prado alegó que los motivos para no aumentar la temperatura del agua se debía a "diversos casos de irritación del tracto respiratorio acompañado de náuseas" detectados en usuarios de las instalaciones. Según el socialista esto se produce no por el contacto de la persona con el agua caliente sino por la evaporación del agua y, por tanto, de sustancias como el cloro "que afectan principalmente a las membranas mucosas oculares de la nariz y la garganta". A mayor temperatura se genera una mayor condensación que debe ser corregida mediante los adecuados sistemas de ventilación y extracción, una cuestión que, tal y como todos los datos apuntan, no se está produciendo en La Magdalena. "Sorprende incluso ver como las puertas del recinto deben en ocasiones permanecer abiertas para facilitar la regeneración del aíre, lo que con un sistema de climatización adecuado no sucedería", aseguró.