Es noticia:
ABCABC de SevillaLa Voz de CádizCádiz
COMPLEMENTO CIRCUNSTANCIAL

TOMANDO LAS HORAS

YOLANDA VALLEJO
Actualizado:

Por si no era bastante surrealista todo ese necesario «protocolo» previo a la celebración de la semana santa -recogida de túnicas, besamanos, cultos, traslado de imágenes y de pasos, y siga usted-, seguimos incorporando despropósitos a un ritmo vertiginoso, volviendo siempre, eso sí, nuestros inmisericordes ojos a Sevilla y corriendo el innecesario peligro de convertirnos en la parodia, si es que no lo somos ya, de la Semana Mayor con mayúsculas. Desde hace unos años -no se sabe bien para qué- se viene celebrando un cabildo de Toma de Horas en la Catedral, con el único objeto de entregar los itinerarios perfectamente cronometrados a las autoridades eclesiásticas y civiles, es decir, al deán y al concejal, para entendernos. Todo adornado de gran boato y misterio, con los hermanos mayores perfectamente ataviados de terno oscuro haciendo alta comedia dentro y con los hermanos menores representando un sainete fuera, en cualquier barra de bar.

Así se toman las horas -y otras cosas- los cofrades. Haciendo inventario de túnicas, rellenando cortejos con estandartes, banderas o lo primero que encuentren por las sacristías, contando cuánto tardan en pasar por el Palillero o revisando cuántos andamios puede uno encontrarse en Santo Domingo, midiendo los pasos que van desde la Catedral a Santiago o controlando que la noche no llegue antes que sus titulares a la calle Ancha. Luego se quejan de que se les critica, cuando son ellos los primeros en exponerse a las fieras, lavando los trapos sucios en cualquier sitio y con cualquier agua.

En fin, cada uno se entretiene con lo que quiere y pierde el tiempo en lo que le parezca más oportuno. El caso siempre es el mismo, tomarse las horas como buenamente se pueda, que para eso parece que nos sirve el tiempo, para perderlo.