Jerez

SIN PIEDAD NI MIRAMIENTOS

MILENIO Actualizado: Guardar
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Se cambiaron los cromos en 'la cuestión del PSOE andaluz' y donde antes aparecía la foto de Luis Pizarro ya aparece la imagen de Francisco Menacho, de la misma Cádiz, según el habla popular. Y luego los lugares comunes como en cualquier otra crisis política que se precie: que si Griñán arrampló con la huella de Chaves, como es obligado en el orden competitivo de la política. Vale. ¿Y qué podía hacer Griñán? Ser presidente de la Junta es mucho menos que ser secretario general del socialismo andaluz. La vida política es de una dureza subterránea absolutamente insoportable. Sin piedad ni miramientos. Es la verdad desnuda de los interiores de la vida política. ¿Saben cómo la ejecutiva socialista regional agradeció ayer la posición de Griñán? Con este epitafio: «Agradecemos su vocación por engrandecer el proyecto». Una auténtica pirula.

¿Qué estará pensado Alfonso Guerra? A él tampoco le tembló el pulso llegada la hora de poner pies en pared. Felipe González ni siquiera, probablemente, dedicará un instante para reflexionar sobre esta marabunta que se veía venir desde hace un tiempo. Y no es que esté mejor el PP con las penumbras internas de la organización conservadora. Siempre la política es un duro juego sin contemplaciones de sombras y luces. Lo experimentó el gran Adolfo Suárez, denostado por toda la prensa sin excepciones, pero bastó con que perdiera la memoria y el rey Juan Carlos le pasara su brazo izquierdo por los hombros para que el país se estremeciera de ternura. Y lo mismo con González. La tribu nacional disparando contra él y la Europa del euro suspirando por su sentido común y su percepción de lo ético.