«Hemos dejado al margen los chismorreos»
Adriana Ozores da vida a la duquesa de Alba en la segunda parte de la miniserie que Telecinco emite esta noche: «Hemos dignificado al ser humano»
Actualizado:Se mete Adriana Ozores (Madrid, 1959) en la piel de una mujer fascinante, la duquesa de Alba. Una mujer popular y desconocida a partes iguales, porque la prensa «se ha ocupado más de las tonterías y de lo anecdótico que de la persona». Telecinco emite esta noche (22.00 horas) la segunda parte de ‘La Duquesa’, la reconstrucción televisiva de los años de matrimonio de Cayetana de Alba y Jesús Aguirre Ortiz de Zárate.
– Acaba de publicarse un libro sobre él y la duquesa de Alba ha dicho, literalmente, que es «una mierda» y «todo mentira». ¿Temen una reacción así?
– Esperemos que no. Nosotros hacemos una historia al margen de los chismorreos y la primera parte fue muy respetuosa. Habrá cosas que le chirríen, pero nuestro deseo es que le agrade.
– ¿Le gustó la primera parte?
– Tenemos noticia de que algún detalle no le pareció que se acercara a la realidad. Aquella parte tenía una información más histórica, pero esta es de más contenido emocional.
– Rompió con muchas convenciones. También al casarse con Jesús Aguirre.
– A la familia no le pareció bien, pero ellos estaban enamorados.
– ¿Ha supervisado la familia los guiones?
– Tanto como eso no creo, pero por deferencia se les envía el capítulo antes de emitirlo. Nos han dado facilidades para rodar en el Palacio de Liria y de Dueñas.
– ¿Conoce a la duquesa?
– Sí, de cinco minutos del rodaje que vino a saludarnos. Nos dio un beso a todos. Resultó agradable.
– Ella fue un alma libre. ¿Le ha pasado factura?
– No. Lo que le hubiera pasado factura habría sido no hacer lo que ella quería, con esa libertad con la que se maneja la duquesa...
– ¿Es tan piña con sus hijos como parece?
– Es una familia unida y dedicada a conservar el patrimonio, y lo hacen de muerte de bien.
– Eugenia Martínez de Irujo está encantada con la actriz que le da vida. ¿La duquesa lo está con usted?
– No lo sé, me gustaría que fuese así. Lo he hecho con toda la honestidad y todo el equipo se ha volcado a la hora de respetar.
El ‘zapateao’
– ¿Qué ha sido lo más difícil de copiar?
– Si llegas a la imitación muchas veces se convierte en algo esperpéntico. Yo más que lo físico he trabajado los anhelos, su sentido de la libertad, pero a la vez de compromiso con la deuda de conservar su patrimonio. Quedarse solo en lo físico es peligroso.
– Pero hay cierto parecido. Después de...
– Hay hora y media de maquillaje detrás, pero eso no es mucho tiempo. ¡No es nada! Y la maquilladora es una eminencia.
– Cayetana baila. ¿Usted?
– Hay una pequeñita escena en la que sí tuve que bailar, pero una bailaora nos echó un cable y se marcó un ‘zapateao’... Cuando no se me ve la cara es ella la que baila, y a mí se me ve poco. No tuve ni que ensayar porque es una escena muy pequeña.
– ¿La ve usted con otros ojos?
– Sí, gracias a Dios creo que la serie va a servir para eso, para mostrar toda la parte que la prensa no ha valorado de la persona. Siempre le han dado más importancia a las tonterías y a lo anecdótico, pero nosotros hemos querido dignificar al ser humano, con sus grandezas y sus carencias.